Esther Palomera, adjunta al director de eldiario.es y habitual contertulia política en diferentes programas, es una de las colaboradoras que suelen defender las tesis de la izquierda que resiste en la mesa de El Programa de Ana Rosa, en la que casi siempre tiene que remar contra corriente ante una gran mayoría de tertulianos, presentadora incluida, alineados con la derecha.
Ya participó en ese programa antes de que su presentadora se marchara a las tardes de Telecinco con el fallido TardeAR, y con el retorno de Ana Rosa Quintana a las mañanas, Palomera ha regresado a la mesa política. Este martes, la periodista ha vivido una situación muy tensa cuando la veterana presentadora ha desvelado en directo unos datos personales suyos que nunca debería haber dicho en pantalla.
El chalé de Ábalos
Se disponían a hablar sobre la investigación de la UCO en torno a otro chalé de José Luis Ábalos, cuyo alquiler, de 1.800 euros al mes, podría haber sido pagado por la trama cuando el exministro se marchó allí a vivir con su entonces pareja, Andrea de la Torre. Una casa ubicada a las afueras de la capital, concretamente en Rivas-Vaciamadrid.
Fue en ese momento cuando llegaba el inoportuno comentario de Ana Rosa Quintana: “José Luis Ábalos se va con Andrea a un chalé, un chalé que está… por donde vives tú, Esther, por esa zona. Ahora, ahora nos lo cuentas”.
Palomera, indignada
Palomera no podía creer que la presentadora hubiera desvelado dónde vive ella. “Hombre, Ana, si no te importa… En fin, en fin… Bueno, que deberías saber…”, intentaba decir mientras Quintana la cortaba. “Que hay muchos chalés en esa zona, que es una zona que está muy bien, pegada a Madrid”, decía la presentadora tratando de quitarse responsabilidad. “Que deberías saber el riesgo que últimamente corremos los que tenemos la mínima exposición pública, Ana, cómo nos persiguen por la calle, que es que esto no lo hemos contado nunca”, proseguía Palomera mientras Quintana hablaba por encima.
“¿Te persiguen por la calle?”, le preguntaba la presentadora, con expresión incrédula. “Sí”, confirmaba la tertuliana, que proseguía: “Entonces casi que mejor no dar pistas, porque como tenemos una panda de zumbados por la vida...”.
Ana Rosa no se disculpa
Ana Rosa, en lugar de pedir disculpas por su desliz, trataba de hacer ver que su comentario no tenía trascendencia: “Que es muy grande ese pueblo, que es muy grande ese pueblo, es muy grande ese pueblo”, insistía. “En fin, me ha parecido desafortunado ese comentario”, sostenía Palomera.
Incapaz de pedir perdón, Quintana seguía en sus trece: “Supongo que también habrá vecinos donde yo vivo, que también es muy grande este pueblo que es Madrid”.