El calor y la falta de precipitaciones están agravando la complicada situación del sector ganadero en Navarra, que sufre un continuo incremento de costes de producción, no compensados con el precio que reciben por su materia prima.
El equipo de asesoramiento ganadero de INTIA ha constatado "la reducción considerable de la producción de forraje, principal sustento alimenticio de los animales en las explotaciones, por las altas temperaturas y la falta de lluvias en mayo". Además, el calor de la primera quincena de junio imposibilitará "un segundo corte de hierba, por lo que el descenso en el aprovisionamiento de forraje será todavía mayor", han previsto los técnicos de esta sociedad pública, aunque todavía no cuantifican una cifra.
Momento de la cosecha. INTIA
AHORA, LA ALFALFA
El sector ya ha recogido el ray grass y la veza, y ahora debe cosechar la alfalfa. En 2021, Navarra contabilizó 180,6 millones de kilos de ray grass; 116,6 millones de kilos de veza; y 192,5 millones de kilos de alfalfa, según datos del departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente.
INTIA ha añadido que a pesar de una disminución de la producción, "la calidad de la hierba recogida ha sido buena, excepto en algunas zonas del Pirineo". Por ese motivo, el sector ganadero estará obligado a comprar más pienso, cuyo precio ha crecido en los últimos seis meses un 35%.
AUMENTAN LAS HECTÁREAS DE MAÍZ FORRAJERO
Debido al repunte del precio de forrajes y concentrados, el maíz forrajero se convierte en una alternativa para abaratar costes para ganaderos y ganaderas. Este año van a incrementar el número de hectáreas para este cultivo debido a que la UE permitió sembrar en superficies de interés ecológico que otros años deben destinarse a barbecho para cumplir con la PAC. Pero, Europa flexibilizó esta medida ante la invasión rusa a Ucrania.
El año pasado la Comunidad Foral produjo 193,9 millones de kilos, en 4.520 hectáreas. INTIA ha pronosticado que esta superficie aumentará en 2022 por las razones anteriormente explicadas.
ATAQUES DE CÓRVIDOS Y GUSANOS DE TIERRA
Los técnicos de esta sociedad pública han comentado que "la siembra del maíz forrajero se realizó en óptimas condiciones", pero que "el intenso calor de los últimos días ha dificultado su nascencia por la sequedad del suelo". Y esto ha propiciado "ataques de córvidos y gusanos de tierra".
Para combatirlos, en algunos casos se han aplicado tratamientos con insecticidas; pero en otros, los ganaderos han tenido que resembrar alguna parcela con variedades de ciclo corto.
"Las explotaciones pueden abaratar los gastos de alimentación al obtener más cantidad de forraje propio con el maíz y depender en menor medida de piensos y forrajes adquiridos a terceros", han concluido.