La organización ambientalista SEO/Birdlife ha publicado el III Atlas de las Aves en Época de Reproducción en España, uno de los informes más exhaustivos de la distribución de estos animales en por nuestro país.
Ocho especies de aves únicas a escala mundial y otras 10 únicas a nivel europeo se hospedan en España durante su época de reproducción, según refleja la Sociedad Española de Ornitología (SEO) /BirdLife en una nueva publicación en la que analiza la distribución, tendencias y poblaciones de las 450 especies de aves que se detectan cada primavera en España. El Atlas de esta ONG incluye más de 2.100 mapas, 900 gráficos y 200 tablas de datos que realizan una radiografía actual de los parámetros de población y del estado de conservación las 302 especies reproductoras y 148 especies en primavera, así como los impactos del cambio climático en ellas y alerta del peligro que soportan algunos grupos de aves.
En el trabajo han participado más de 3.000 colaboradores durante cinco años de trabajo.
En concreto, el Atlas explica que España cuenta con ocho endemismos de aves a escala mundial, 10 endemismos a escala europea y 32 especies de aves con más del 75 % de su población europea en España
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Los participantes en el estudio han analizado la distribución de 450 taxones registrados en la época reproductora en España, así como los efectos del cambio climático, el impacto en ellas por la transformación antropogénica del campo, como la intensificación y la industrialización de la agricultura y la ganadería o un despliegue desordenado de las energías renovables, algunas en lugares donde habitan algunas especies amenazadas.
De este modo, el Atlas analiza, entre otras, el caso de la cerceta pardilla, catalogada como En peligro crítico y que, según este trabajo, de facto en los últimos 20 años ha contraído su área de distribución en un 40 % y ha desaparecido en la Región de Murcia. Asimismo, incluye al urogallo cantábrico, también En peligro crítico y que en las dos últimas décadas ha reducido su área de distribución en un 36 %, o el alcaudón chico, en situación crítica y que ha desaparecido del 67 % de los enclaves que antes ocupaba en ese mismo periodo. Desde 2010, todas las parejas han criado en radio de apenas 10 kilómetros. Igualmente, constata la "crítica situación" del arao común, la gaviota tridáctila y el torillo andaluz, que podrían considerarse extintas en poco tiempo.
Alerta para las aves esteparias
Por otro lado, la tercera edición del Atlas de las aves en época de reproducción en España alerta sobre la "precaria" situación de las aves esteparias, como las perdices, codornices o sisones y alerta de este grupo "probablemente" el grupo de aves terrestres más amenazado de la Península Ibérica y muy afectado por la intensificación agraria, especialmente la conversión de cultivos de secano en regadío, y el desarrollo de infraestructuras energéticas en sus zonas de nidificación y alimentación.
Respecto al sisón, observa que próximamente aumentará su categoría actual de en "amenaza" a "en peligro" y ha perdido un 15 % de su área de distribución en los últimos 20 años, mientras que la codorniz común ha desaparecido del 14 % de su área de distribución respecto a hace 20 años.
El trabajo recoge los cambios de distribución de las aves a consecuencia del cambio climático. La curruca cabecinegra, por ejemplo, que hace 20 años se concentraba en la mitad sur y la costa mediterránea, ha ganado nada menos que 400 cuadrículas en los últimos 20 años, la mayoría de ellas en el norte, donde hasta ahora no era habitual por la gran diferencia térmica. Se ha extendido especialmente en Galicia y en la franja cantábrica, pero también en Soria, Ávila, Zamora o al sur del Pirineo.
Por el contrario, el gorrión alpino -muy vinculado a la alta montaña- ha perdido 29% de su área de distribución. Sin embargo, el aumento de la desertificación del sur de la Península Ibérica ha traído nuevas especies que se han reproducido y expandido con éxito como el vencejo moro, el vencejo cafre o el bulbul naranjero o el buitre moteado.
Entre las aportaciones principales del Atlas está la constatación de que España cuenta con ocho especies endémicas, únicas en el mundo, todas ellas en los archipiélagos balear y canario y son la curruca balear, el mosquitero canario, la paloma rabiche, la paloma turqué, la pardela balear, el pinzón azul de Gran Canaria, el pinzón azul de Tenerife y la tarabilla canaria. El atlas refleja, entre otras cuestiones, el avance de la paloma rabiche –que gana un 73% de distribución– o los pinzones azules de Gran Canaria (+50%) y del pinzón azul de Tenerife (+33%).