Si han paseado estos días por Bilbao, Donostia, Vitoria-Gasteiz, Bakio, Bermeo, Gernika o Zarautz quizá se hayan topado con unos cubos de grandes dimensiones en los que pueden verse las estatuas más emblemáticas de estos municipios con gafas de bucear. Es el modo directo y visual elegido por la campaña Urban Klima 2050 de Euskadi para "mostrar a qué nos enfrentamos en Euskadi si no asumimos el reto del cambio climático". Los paneles informativos incluyen también información sobre las acciones puestas en marcha en las zonas urbanas, la costa y las cuencas de los ríos.
Hasta el 23 de noviembre, LIFE IP Urban Klima 2050 saca a la calle las consecuencias que la subida de las temperaturas y del nivel de mar podría tener en nuestro territorio, también la escasez de lluvia o los fenómenos meteorológicos adversos. El mensaje que quiere lanzar, no obstante, es positivo: cualquier pequeño gesto sirve si asumimos el reto de frenar el cambio climático.
La campaña se completa con la herramienta “52 gestos por el cambio climático” promovida por Ihobe y que pone a nuestro alcance una guía práctica con consejos como, por ejemplo, utilizar electrodomésticos con etiqueta A, aprovechar el calor residual cuando cocinamos o pagar las facturas a través de Internet. El objetivo es ayudarnos a reorientar nuestros hábitos y que contribuyamos, así, a reducir la emisión de gases de efecto invernadero.
Sobre LIFE IP Urban Klima 2050
El proyecto de acción climática de Euskadi incluye un total de 40 acciones de mitigación y adaptación al cambio climático en el periodo 2019-2025. Está liderado por la sociedad pública Ihobe (del Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco), que trabaja junto con una veintena de entidades, las tres diputaciones forales, los ayuntamientos de Bilbao, Vitoria-Gasteiz, Donostia/San Sebastián, Bakio, Bermeo, Gernika-Lumo y Zarautz, dos sociedades públicas del Gobierno Vasco (EVE y URA), así como centros tecnológicos y de investigación (AZTI, BC3, Neiker, Tecnalia y Tecnun) y la fundación Naturklima.
Dotado con un presupuesto de 19,8 millones de euros, de los que un 51% está financiado por la Unión Europea a través del programa LIFE, facilitará el despliegue efectivo de la Estrategia de Cambio Climático del País Vasco, KLIMA 2050.