Frenazo en seco. La carrera de Pablo Laso en los banquillos sufrirá un parón. El técnico madridista, que ha permanecido esta pasada madrugada en la unidad de cuidados intensivos del Hospital de la Moraleja, necesita darse un respiro tras el infarto de miocardio sufrido el pasado sábado horas después de la eliminatoria entre el conjunto blanco y el Bitci Baskonia.
El entrenador gasteiztarra comenzó a sentirse mal a medianoche y ya de madrugada se acercó por su propio pie hasta el centro hospitalario donde le fue practicado un cateterismo. Esta rápida intervención evitó males mayores, pero ahora que la situación está controlada queda claro que Laso deberá estar alejado de las canchas durante un tiempo.
El susto ha sido mayúsculo y todos los expertos coinciden que debe guardar reposo y recuperarse en condiciones antes de retomar la frenética vida en los banquillos. Un camino de vuelta pausado y sin prisas, tal y como hiciera hace años también su amigo y exbaskonista Velimir Perasovic, quien permaneció un tiempo alejado de los banquillos tras sufrir una angina de pecho.
Con buen estado de ánimo
El técnico de 54 años deberá permanecerá un tiempo más ingresado en el hospital madrileño mientras le realizan el resto de pruebas para conocer las causas y el alcance de su dolencia. Laso, que es consciente de que su vuelta al banquillo se va a demorar y ya no podrá dirigir al equipo en esta recta final de Liga, al menos tiene un buen estado de ánimo, según han desvelado las personas que han hablado con él estas últimas horas.
El preparador blanco ha salido este mediodía de la UCI y su lugar en el banquillo lo ocupará su ayudante Chus Mateo. De hecho, su segundo de a bordo ya se hizo cargo del equipo cuando el vitoriano estuvo aislado por covid en diciembre y ahora volverá a tomar el timón de la nave blanca este martes en el Buesa Arena y lo que quede de temporada.
Cambio radical en su vida diaria
Y es que queda claro que Pablo Laso necesitará un tiempo prudencial para volver a dirigir un vestuario profesional. En situaciones similares, los afectados por un infarto similar han precisado de una rehabilitación cardíaca. Además, el entrenador madridista deberá variar radicalmente ciertos hábitos de su vida diaria. De hecho, los expertos recomiendan no conducir entre uno y tres meses, una dieta severa, el uso de medicamentos anticoagulantes, mucho reposo e ir realizando ejercicio físico moderado de forma paulatina. Nada de riesgos ni emociones fuertes.
Eso de momento. Y es que si todo va bien, podría volver a las canchas, tal y como hiciera su excompañero Velimir Perasovic. El técnico croata sufrió una angina de pecho mientras ocupaba el banquillo del Baskonia en febrero de 2007. Pues bien, tras siete meses de inactividad regresó para dirigir al Estudiantes y desde entonces apenas ha pasado tiempo sin estar al frente de un banquillo.