"El cáncer no es bonito aunque le pongamos un lazo rosa pero todo lo que se llora se puede digerir"

Dos de cada tres hombres y una de cada tres mujeres sufrirán cáncer en 2030. Estadística demoledora pero real. Y decimos bien, sufrirán, porque esta enfermedad que de alguna manera nos afecta a todos ya sea directa o indirectamente y no es un camino de rosas nunca, ni con el mejor de los pronósticos. 

Son muchos los actos que las diferentes asociaciones vascas que luchan contra el cáncer han convocado este fin de semana para recordar la importancia que tiene la concienciación social. La trabajadora social de la Asociación contra el Cáncer de Bizkaia, Marta Torre considera que hay que poner el foco en la concienciación social para cambiar aquellos aspectos de la legislación que no funcionan. 

"El apoyo psicológico es fundamental y el social también. Cuando hay familia y amigos es más fácil pero estamos viendo, sobre todo tras la pandemia, un aumento de casos de cáncer en personas vulnerables. El impacto de un diagnóstico afecta en todas las parcelas", señala Marta. 

Un ejemplo claro es el trabajo. La vuelta al trabajo no siempre es fácil. "Con el cáncer asumes diferentes duelos y muchas veces uno de ellos es el trabajo. Pierdes una parte importante de tu vida. Ahora hay gente que puede trabajar pero en otras condiciones, con jornadas adaptadas, con pausas", señala y en este aspecto entienden que no puede depender del empresario de turno sino que es necesario que haya garantía legal. "Que no sea todo o nada", resume esta trabajadora social. 

En esta línea, la psicóloga de la Asociación vizcaína Esther Álvarez subraya que es necesario un "acompañamiento integral".

Son muchos los factores que influyen en el aumento de casos de cáncer pero uno de ellos es la mayor esperanza de vida. Somos 2,2 millones de habitantes en Euskadi y se detectan 14 mil tumores al año.

"La curva del cáncer en la mujer y en el hombre van paralelas en la edad hasta los 50 y a partir de ahí se dispara en los hombres. El 65% de los cánceres se da en hombres y un 35% en mujeres", detalla el oncólogo Guillermo López Vivanco.

Una enfermedad que no siempre se cura, afirma, pero que sí se puede cronificar. "La panacea ya no es la quimioterapia, ahora se usa pero hay también tratamientos más específicos y van al desarrollo diagnóstico de la enfermedad", afirma y subraya que la mejora en el tratamiento con radioterapia ha mejorado y en que se detectan mejor las células tumorales y se han desarrollado fármacos para que esas células no se desarrollen. "Es mucho más específico como un tratamiento a la carta", añade. 

Esa "larga enfermedad"

Todos coinciden en que debemos de dejar ya los eufemismos de lado. Parece que hay un tabú a la hora de decir, tengo cáncer. "Poco a poco", destaca la psicóloga Esther Álvarez. "Vivimos en una sociedad en la que todo es bonito y el cáncer no es bonito aunque le pongamos un lazo rosa. Lo que no es bonito también es humano. La vida tiene espinas. Lo que veo en las personas diagnosticadas es susto y está asociado al tabú", explica. 

"Todo lo que se puede llorar se puede asumir y digerir. Si no hablo de ello, se queda atragantado. Tenemos que lograr llevar mejor todo esto. De ahí la campaña 'Llamale cáncer'", remarca. "Cuesta al paciente y a su familia", añade Marta con esa pregunta tan habitual de ¿por qué a mí? Un cáncer implica mucho trabajo", matiza.

Recuerda que son muchas las personas que están solas y que hacen falta muchos apoyos desde el ámbito institucional con más unidades socio sanitarias. 

"El cáncer pone una mochila pesada", recuerda Esther. "El esfuerzo que hacemos desde la asociación es sensibilizar con que el cáncer es una realidad en nuestras vidas, a todos nos ha caído o nos va a caer en lo cercano y que cuanto más conozcamos las necesidades, mejor nos prepararemos. Sigue poniendo nuestra vida patas arriba así que cuanto más sepamos, mejor", recomienda.

Derecho al olvido oncológico

Tabú no pero estigma tampoco. Es lo que piden quienes han padecido cáncer. Y es que denuncian encontrarse con la negativa de bancos para concederles hipotecas o de aseguradoras para contratar seguros. 

El abogado de Montes y asociados, Ignacio Jaurrieta, reconoce que con la legislación actual la denuncia es complicada. "La UE está revisando las directivas y en 2022 emitió una resolución para que se regularizaran las legislaciones nacionales antes de 2025 para que se les garantice los derechos a los que hayan superado la enfermedad 10 años atrás. Portugal y Francia llevan tiempo con la regulación aprobada", explica. 

"Únicamente tenemos una disposición que es como no tener nada. Es una regulación que no va a ningún lado", señala. "Estos pacientes que van a una compañía aseguradora se encuentran con que no les van a asegurar", lamenta.