El Capitán América es guipuzcoano. Y también lo son Iron Man, los Cuatro Fantásticos y Lobezno, así como otros miembros de la Patrulla X. A todos ellos –y a otros muchos más– ha dibujado Ángel Unzueta, ordiziarra de nacimiento pero zarauztarra de adopción, que lleva años trabajando al máximo nivel en el noveno arte, en factorías como Marvel, una de las editoriales de cómics de superhéroes más importantes del mundo. Lo hace, además, desde su estudio en la localidad costera, donde recibe a NOTICIAS DE GIPUZKOA. En el Estado, una de las distribuidoras especializada en los superhéroes, Panini, acaba de concluir la publicación de los cinco números de Capitán América/Iron Man, que ha dibujado Unzueta, no en vano, hasta la fecha era el ilustrador regular de las historias sobre el Hombre de Hierro.
“Ha sido muy emocionante dibujar a estos personajes”, asegura el artista, que añade que ha sido “un reto” abordar un proyecto de este calado sobre dos superhéroes tan icónicos y queridos por los aficionados, dos sujetos que siempre han tenido sus más y sus menos, tanto en las viñetas como en las versiones cinematográficas.
De hecho, confiesa que el Capitán América, junto con Batman –que pertenece a DC, la otra gran casa del noveno arte–, es su favorito, aquel con el que descubrió las aventuras superheróicas: “Con ocho añitos leí mi primer cómic de Capitán América y me flipó. Recuerdo, además, que me regalaron un muñequito que también era mi preferido”.
Como personaje, Tony Stark, el hombre tras el nombre de Iron Man, no le resulta “tan atractivo” como el que encarna el supersoldado Steve Rogers pero, por otra parte, desde el punto de vista artístico le resulta “un auténtico reto” enfrentarse, por ejemplo, a los diseños para las armaduras que hizo otro peso pesado de la ilustración, Alex Ross: “Siempre ha sido un autor muy importante para mí y ha sido un honor poder dibujar esta etapa”.
En cuanto a las encarnaciones del Capitán América y de Iron Man, Unzueta explica que ha trabajado con un acercamiento “clásico” a los personajes, una visión en consonancia con el editor de la serie, Tom Brevoort, un veterano de Marvel, “uno de los mejores editores de cómics superheroicos de hoy en día” que hace más de una década estuvo detrás el evento Civil War, arco narrativo que supuso el encontronazo entre los dos superhéroes y que también ha tenido traslado en la gran pantalla.
Como dibujante regular de la serie Iron Man y, en sintonía con el espíritu más clásico de la década de los 70, el guipuzcoano ha tenido, incluso, que dibujar al héroe de la armadura “en patines”: “Esa mezcla de lo clásico con lo moderno es verdaderamente bonita”.
Unzueta es reconocido en el sector por ser un dibujante “rápido”, algo muy valorado. Tal es así que es capaz de dibujar entre cinco y seis páginas a la semana: “No somos muchos los dibujantes que somos capaces de hacer un título mensual sin ningún problema”.
El camino de Ángel Unzueta a Estados Unidos
“Jamás de los jamases, ni si quiera en mi etapa primeriza como ilustrador de cómics, ya de adulto, me imaginaba que iba a poder acabar trabajando con estos personajes y estas franquicias”, comenta Unzueta, que se abre a repasar sus 30 años de carrera. El ilustrador guipuzcoano fue un auténtico pionero, tanto en el País Vasco como en el Estado, al entrar a formar parte del Olimpo del cómic, a finales de los 90, al comenzar a trabajar en DC Cómics dibujando superhéroes como Flash o Linterna Verde. De aquella época recuerda cómo hablaba por teléfono con los editores, cómo las comunicaciones le llegaban por fax y y los guiones por la empresa de paquetería FedEx, mismo sistema que utilizaba cada semana para enviar sus cinco páginas originales desde Gipuzkoa a EEUU. La expansión de Internet hizo que todos los eslabones de la cadena trabajen, prácticamente, a tiempo real. Eso sí, la expansión de la red también trajo otra cosa, “una mayor competencia”, dado que ahora los ilustradores compiten “con el mundo entero”.
Hay que remontarse un poco más para hablar de los orígenes de Unzueta en el noveno arte. A principios de los 90, Unzueta trabajaba como ilustrador y diseñador gráfico y decidió enviar unas muestras al sello Forum, de la editorial Planeta que, en seguida, se interesó por él. Con esta marca editó su primer éxito, Neck and Cold, con Cels Piñols.