Con un homenaje a la cultura brasileña, la raza negra y la diversidad terminaron este martes los majestuosos desfiles de las "escolas" de samba de Río de Janeiro, un espectáculo en el que la alegría por una nueva era fue tema en común y las críticas al Gobierno de Jair Bolsonaro no se hicieron esperar.
El tono político se vio en varios de los desfiles, con reproches al hambre, la violencia, la censura, el racismo y la represión, eternos conflictos de Brasil que se agravaron durante el mandato del líder ultraderechista (2019-2022).
El desfile de las doce "escolas" de samba del llamado Grupo Especial, una especie de primera categoría del ramo, es la principal atracción de la fiesta carioca.
La creatividad del espectáculo volvió a deslumbrar al público con carrozas gigantes que parecían tener vida y disfraces coloridos que complementaron las presentaciones con su originalidad.
UNA NUEVA ERA
Bautizada como "Carnaval de la Democracia" después de que bolsonaristas radicales intentaran derrocar a Luiz Inácio Lula da Silva a una semana de su mandato, la alegría y el renacimiento coincidieron en los desfiles como la más fuerte manifestación contra la opresión.
Desde la ministra de Cultura de Lula, Margareth Menezes, alabando con su canto el poder revolucionario de las artes en el desfile de Mangueira, hasta el pedido de Salgueiro por "hambre y guerra nunca más" tuvieron eco en un público que no escondió su deseo de cambio y un nuevo devenir.
Vila Isabel defendió la diversidad religiosa, Unidos de Viraduro, el poder de la mujer negra, pero fue Beija flor, la penúltima de todas las escuelas en desfilar, la que dio voz a los excluidos para criticar, sin tapujos, al excapitán.
La represión militar de la dictadura defendida por Bolsonaro, la lucha de los indígenas por su tierra, los platos vacíos por la falta de comida y el poder de la mujer fueron resaltados en el desfile de la agrupación del barrio Nilópolis, que pasó un susto al inicio de su presentación con un incendio en la carroza inicial, que por fortuna fue controlado a tiempo y no dejó víctimas ni heridos.
CAE EL TELÓN
En los dos días de desfiles del Grupo Especial pasaron por el sambódromo cerca de 35.000 sambistas, 1.200 percusionistas y unas 70 carrozas alegóricas para un público de unas 200.000 personas, incluyendo los asistentes de los espacios especiales montados en las tribunas (camarotes).
Tras casi un mes de fiesta callejera liderada por más de 400 "blocos" (comparsas) en el precarnaval y cuatro días de desfiles de las mejores "escolas" de samba, el próximo miércoles se conocerá la campeona de este año y un desfile final, el próximo sábado, dirá adiós a otra edición del Carnaval de Río.