El gimnasio se ha convertido para muchas personas en uno de los lugares que más frecuentan a lo largo de la semana, ya sea utilizando las máquinas o las mancuernas o realizando actividades dirigidas. La aparición de centros low cost, la preocupación por la salud en todas las etapas de la vida, el auge de actividades como el crossfit y el creciente culto al cuerpo han ayudado a que los gimnasios se hayan multiplicado a la par que se ha ido incrementando el número de usuarios y la frecuencia con la que asisten.
Situaciones desagradables
Y claro, con tantos centros y tantas personas suceden cosas no siempre agradables, amplificadas por el eco que ofrecen las redes sociales. Desde peleas multitudinarias, como la que sucedió hace unos meses en Reus (Tarragona), hasta comentarios machistas, homófobos o de desprecio a quienes no tienen un cuerpo definido por parte de quienes se creen con más derecho que el resto de las personas para usar el gimnasio.
Un cartel sorprendente
Al parecer, en algunos centros también pasan cosas en las duchas. Al menos es lo que se desprende del cartel que se ha visto obligado a colocar en los vestuarios un gimnasio de Valladolid de la cadena GO fit, que cuenta con una veintena de centros en diferentes puntos de España. “Me comentan que las duchas del GO fit en Valladolid se han convertido en un lugar de ‘encuentro’. Han tenido que poner este cartel”, escribe en la red social X (antes conocida como Twitter) el usuario Joystick (@yustin).
El tuit, que lleva unas 70.000 reproducciones, muestra el cartel en rojo, que comienza con unas grandes letras blancas mayúsculas en las que pone ‘Aviso’. Y después, ya en más pequeño, lanza la advertencia. “El uso de las cabinas de ducha o vestuarios es obligatoriamente individual. La única excepción es que la persona ocupante tenga una discapacidad por la que precise ser asistida. Gracias por tu colaboración”.
Reacciones de todo tipo
El tuit ha generado decenas de comentarios, algunos tomándoselo a broma asegurando que “ejercicio es ejercicio” o que “quizá lo hacían por ahorrar agua, qué malpensados”, y otros que afirman que “el cruising es más viejo que el hilo negro… Se van a seguir metiendo”. El propio autor del tuit ha respondido a uno de esos comentarios revelando lo siguiente: “Me comentan que ha habido ya unas cuantas ‘pilladas’ y se ha desbordado un poco la cosa”. Otro propone “cambiar el nombre a Go Fuck”.