Las 4.681 plazas de aparcamiento en régimen de concesión municipal disponibles para residentes en el Casco Antiguo y Ensanche están, a día de hoy, ocupadas. Así se desprende de la auditoría encargada por el Ayuntamiento de Pamplona para analizar la gestión de los 38 aparcamientos de concesión municipal de la ciudad, que suman un total de 13.944 plazas, entre rotación y aquellas destinadas a uso exclusivo de residentes.
De hecho, de los 38 aparcamientos autorizados y construidos mediante concesión municipal, 30 corresponden a iniciativas vecinales, para uso exclusivo de residentes, y ocho son aparcamientos públicos, que combinan el uso en rotación con plazas reservadas para vecinos. Estos últimos son los aparcamientos de Carlos III, Plaza del Castillo, Rincón de la Aduana, Plaza de Toros, plaza Blanca de Navarra, Autobuses, Audiencia y Hospitales. Entre la treintena de aparcamientos de iniciativa vecinal se encuentran los de Pintor Asarta, Plaza de la Libertad, Roncesvalles, Monasterio de Fitero, Virgen del Puy, Iturrama y Azpilagaña, entre otros. Todos juntos suman 13.944 plazas, de las que 10.665 son exclusivas para residentes y 3.279 de rotación.
Tan solo 5 de los 38 aparcamientos tienen plazas libres destinadas a residentes. Se trata del parking impulsado por la Agrupación San Fermín-Arrosadía (con 48 plazas), el impulsado en Virgen de Oskia y Virgen de Ujué (141), la Agrupación Garajes Frontón Bayona (50), el promovido en Orvina-Fermín Daoiz (90) y el parking de la Audiencia (con 258 plazas libres). Bien es cierto que hay también una plaza libre en el aparcamiento impulsado por la Agrupación Garajes Monasterio de Urdax y tres más en el creado por la Sociedad Cooperativa Boulevard Orvina. Así las cosas, en la actualidad hay 585 plazas de residentes libres en la ciudad.
Más de mil personas en lista de espera
A pesar de ese medio millar de plazas libres, la lista de espera de demandantes de una plaza supera el millar en el Casco Antiguo y Ensanche y es de 448 para el aparcamiento de Hospitales, cuyas plazas están dirigidas a trabajadores de dichos centros sanitarios.
En concreto, de las 1.001 personas en lista de espera en la zona centro de la ciudad, 440 lo está en el aparcamiento de la plaza Compañía; 193 en el de la plaza San Francisco y 161 en el de Carlos III. Las cifras bajan en otros aparcamientos públicos como Rincón de la Aduana (con 81 personas a la espera de lograr una plaza en concesión), Plaza de Toros (60), Plaza del Castillo (32) y Plaza Blanca de Navarra (24). No obstante, estos datos pueden incluir a personas apuntadas en varias listas de espera diferentes y, sobre todo, que dada la antigüedad de las listas y que, en el tiempo que transcurre entre que una persona se inscribe como demandante y es llamada por una vacante, sus intereses han podido variar y ya no esté interesado en ella.
Aún con todo, la demanda de plazas de aparcamiento en el Casco Antiguo y el Ensanche es muy superior a otras zonas de la ciudad, ya que la inmensa mayoría de los inmuebles construidos en estas zonas son muy antiguos y carecen de plazas de garaje propias. Es por ello que han concentrado buena parte de los aparcamientos municipales construidos en la ciudad. No obstante, la demanda de plazas sigue siendo alta, de ahí iniciativas como el aparcamiento de la calle Sangüesa, a petición vecinal, que el Ayuntamiento prevé licitar en unas semanas, ha explicado el Consistorio en una nota. Además, trabaja también en la posibilidad de ampliar alguno de los aparcamientos ya existentes en la zona.
Plazas por barrios
De las 13.944 plazas subterráneas municipales disponibles, incluidas rotación y residentes, 6.426 se encuentran en Casco Antiguo y Ensanches, lo que representa el 46% del total. San Juan acoge 3.230 (un 23%), seguido de Ermitagaña-Mendebaldea, con 1.290 plazas, todas ellas en el parking de Hospitales (un 9,2%). El resto se reparten a razón de 878 en Iturrama; 549 en San Jorge; 540 en Milagrosa; 492 en Azpilagaña; 441 en Txantrea y 98 en Rochapea.
El Ayuntamiento de Pamplona trabajará con los gestores de los aparcamientos para cotejar los listados de usuarios y actualizarlos, comprobando el estado de las plazas y de las personas adjudicatarias para elaborar unas nuevas listas tanto de plazas asignadas como de personas en lista de espera, descartando usos indebidos y garantizando la necesidad de plaza entre quienes demandan una de ellas.