A once días de que la primera plantilla del Athletic vuelva al trabajo en Lezama, la realidad es que, por el momento, el caso Osasuna no altera los planes del equipo dirigido por Ernesto Valverde. Después de cerrar el curso pasado en octava posición en LaLiga, fuera de los puestos europeos tras no ser capaz de superar en la tabla al conjunto rojillo, que sacó billete para la Conference League, los rojiblancos se encuentran a la expectativa de lo que pueda pasar en los despachos de la UEFA. Los inspectores del máximo organismo del fútbol continental recomiendan dejar fuera de Europa a la entidad presidida por Luis Sabalza por los amaños de partidos de la temporada 2013-14, con sentencia firme del Tribunal Supremo. Un asunto que tiene muchas papeletas de convertirse en un auténtico culebrón del verano.
Antes de que la Comisión de Apelación de la UEFA analice las conclusiones del griego Dimitrios Davakis y la turca Duygu Yasar –lo normal es que la resolución de este órgano sea negativa, ya que sigue la línea de la recomendación de sus propios inspectores–, se esperan las alegaciones de Osasuna. El club navarro, que tiene hasta el viernes, apurará el plazo porque necesita de varios días para revisar la nueva defensa con sus abogados. La primera se solidificó en un documento de diez folios al que acompañaron archivos adjuntos. A partir de ahí, el club cree que recibirán pronto la nueva notificación, en los primeros días de julio.
En caso de que la UEFA apueste por la exclusión de la Conference, Osasuna, como anunció en su primer comunicado, dará un paso más en su lucha legal y recurrirá al Tribunal de Arbitraje Deportivo. Y los tiempos cambiarían, ya que el club navarro entraría en una contrarreloj para intentar llegar al sorteo del próximo 7 de agosto, en el que debería conocer su rival para clasificarse a la fase de grupos, en una eliminatoria a disputar los días 24 y 31 de agosto. El objetivo de los rojillos es que el TAS les conceda la cautelar y que puedan estar en el bombo, paralizándose todo el proceso. Al tribunal solamente se puede recurrir una vez cuando las decisiones de determinadas federaciones o asociaciones deportivas son susceptibles de apelación porque así lo establecen sus estatutos o reglamentos. El mencionado tribunal estará compuesto de tres partes arbitrarias: una elegida por el TAS, otra por la UEFA y una tercera elegida por Osasuna –entre todos los árbitros que componen el tribunal, que son cerca de 300–. Si no hay acuerdo entre las partes, la decisión la tomará el presidente.
En su lucha legal de ir hasta el final, si el TAS no le concede la cautelar a Osasuna, la entidad se plantea seguir defendiendo su posición en otras instancias, como por ejemplo la justicia ordinaria, que prevalece sobre organismos que, en la mayoría de los casos, tienen un carácter privado, y es la última instancia a la que recurrir cuando se termina la vía deportiva, que puede echar por tierra la resolución del TAS. En la entidad rojilla existe cierto optimismo a que se pueda dar la vuelta a la recomendación de los inspectores de la UEFA y, en poco más de un mes, el nombre del club esté dentro del bombo esperando rival para disputar la última eliminatoria del play-off de la Conference League, ronda que da el pase a la fase de grupos de la competición.
La misma hoja de ruta
En cuanto a la pretemporada del Athletic, en caso de que finalmente se le abrirían las puertas de Europa, la preparación deportiva no se vería alterada. LaLiga arranca el fin de semana del 12 de agosto y la ronda previa se disputa dos semanas después, por lo que el rodaje ya lo tendría con los seis amistosos previstos durante el verano. Otra cosa es si la confección de la plantilla sería la misma. Jugar tres competiciones requiere de fondo de armario.