Vida y estilo

El cayolar de Salteburua desde Logibar

Larrañe descansa arropada por las montañas.

SALIMOS del albergue Gîte d’étape de Logibar, situado al fondo de la quebrada que forma el río Larrau en su cabecera. Inmerso en los profundos bosques del Pirineo zuberotarra, el establecimiento ocupa un pequeño rincón a orillas de la carretera, punto estratégico para aquellos que recorren el GR12 y hacen aquí un descanso entre las duras etapas de Santa Grazi y los Chalets de Irati.

Pero la mayor afluencia de visitantes y el éxito de este albergue radica en su posición estratégica, en el punto de arranque de la popular ruta de montaña que lleva hasta la pasarela de Holtzarte. Nosotros nos desligaremos de esta fascinante y masificada ruta y buscaremos la soledad en compañía de las alturas.

380 m | 0 km

Salimos de Logibar y cruzamos la carretera en busca de un estrecho carretil que asciende frente al albergue y se interna en el bosque. Seguimos las indicaciones del GR12 que se dirige hacia el puerto de Burdinkurutzeta, en lo alto de la selva de Irati. Contamos en los primeros pasos de la ruta con la grata presencia de robles, fresnos y numerosos castaños.

La ruta se bifurca junto a una vieja borda que luce desaliñada. Tomamos el ramal de la derecha y seguimos a la sombra de manzanos y avellanos. Salimos de las profundidades del barranco a los luminosos pastos y dejamos por la izquierda, bajo un poste de electricidad, la estrada que comunica con la granja de Uthurburua. Obviamos este ramal y seguimos de frente.

21 min | 500 m | 1,4 km

No tardamos en abandonar la siempre incomoda compañía del asfalto. Una marca del GR nos indica que ha llegado la hora de girar. Lo hacemos hacia la izquierda y buscamos un sendero que se adentra entre los helechos bajo la espesura del bosque. El sendero cobra entidad y se hace camino de herradura tras lo que serpentea bajo la foresta para ganar altura. Al abandonar la protección del arbolado, nos asomamos a las vastas y herbosas laderas que se ciernen desde lo alto, quebradas por monolitos y espolones de una roca oscura que exhibe tonalidades granates y un aspecto singular.

El camino aparece calzado en algunos momentos y cobra pendiente sobre las empinadas laderas de la montaña. Trazamos una cerrada curva de herradura y nos aupamos sobre una loma que nos guía de manera directa hacia los altos de la sierra.

52 min | 820 m | 3,1 km

Sobre el ancho cordal apuntan las copas de los árboles que, atrevidos, trepan por la vertiente norte. Es el bosque de Hourdespary cuyas hermosas hayas asoman discretas y timoratas sobre la cresta, tal vez temerosas al observar a los gigantes pirenaicos que se abren al otro lado del barranco. A nuestros pies se vislumbra la profunda grieta de Holtzarte horadada en la barranca, una cicatriz oscura en lo más profundo del bosque. En lo alto exhiben su inconfundible silueta las cumbres del Orhi, Otsogorrigaña, Txardeka, Kartxela, Binbaleta, Lakhora... Y al fondo se extiende el desolador macizo calizo de Larra, hilvanado por pinos negros que han agarrado con sus raíces las rocas bajo la mirada atenta de las cumbres de Lakhora, Kontende, Auñamendi (Ania), Añelarra... A nuestros pies, entre los fulgurosos prados de siega, se dibujan las blancas fachadas encaladas de Larrañe (Larrau), abiertos a golpe de hacha en los hayedos de Saint Joseph.

Seguimos el cordal monte arriba guiados por las trazas del claro sendero y pegados al borde del hayedo de Hourdespary. Escondida bajo las hayas, localizamos un suculento prado habitada por una sencilla cabaña.

Para evitar la primera cota de la cresta, comenzamos un flanqueo por la izquierda, asomados a vista de pájaro sobre los tejados de Larrañe. Las sostenidas pendientes cubiertas de herbazales y helechales descienden vertiginosas hacia el valle y hacen de este tramo del camino un recorrido espectacular en el que disfrutaremos.

Realizamos el rodeo bajo la estrecha línea que dibuja el cordal y nos acercamos a una pequeña mancha de hayedo en la que se vislumbra la pequeña cabaña que cuida de sus rasurados pastos. Es la majada de Zalteburua.

1 h 20 min | 1.020 m | 5 km

Recorremos la ladera por un sendero que se cuelga del abismo de las herbosas laderas y nos aupamos sobre la línea de cresta con el fin de coronar la cota que se eleva sobre la majada.

1 h 25 min | 980 m | 5,3 km

Desmontamos por la loma estos últimos metros y regresamos al trazado del sendero GR. Al coincidir de nuevo con este, lo seguimos por la derecha y nos internamos en el hayedo que protege el cayolar. Encontramos sombra y fuente-abrevadero a la entrada del bosque. Es un lugar ideal para descansar rato, sestear si se tercia, y disfrutar de las vistas antes de emprender el descenso. El GR y el marcado sendero que lo acompaña siguen su dilatado flanqueo bajo la cumbre de Beloskare. Juntos caminan por los altos en busca del collado de Bagargi, la puerta de entrada a las espesuras selváticas de Irati.

Si coincidimos con alguno de los períodos migratorios, contaremos, sin duda, con la contemplación de un espectáculo sin parangón: miles de milanos negros, de halcones abejeros, de cigüeñas blancas... volarán sobre nuestras cabezas. Hasta ochenta especies de aves cruzan cada año los Pirineos en su camino de migratorio y sobrevuelan el Coll de Organbidexka.

El cayolar de Salteburuadesde Logibar © SUA EDIZIOAK

Guía práctica

Distancia: 10 km.

Duración: 2 h 30 min.

Desnivel: 650 m.

 Dificultad: Fácil, salvo algunos repechos considerables. Debemos aprovisionarnos de agua antes de comenzar el itinerario, en el albergue de Logibar. Tenemos otra fuente en la majada de Zalteburua, bajo la cumbre.

Cartografía: Pirineo Vasco. Escala 1:50.000. Sua Edizioak.

Cómo llegar: Desde Maule y Atharratze [Tardets] seguimos las carreteras D-918 y D-26 en dirección a Iruñea (Pamplona) hasta las inmediaciones de Larrañe. Tres kilómetros antes de llegar al pueblo, orillas del río Larrau, encontramos el albergue de Logibar.

Rutas por Euskal herria

Paseos del libro ‘Rutas singulares con hamaiketako’ de Alberto Muro

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11/08/2022