Abrirse más a la ciudadanía e integrar lo que sucede fuera en su contexto, poniendo sus procesos de trabajo en relación con la sociedad, es el reto de la etapa que inicia el Centro de Arte Contemporáneo de Huarte (CACH) bajo la dirección recientemente otorgada a Oskia Ugarte Abarzuza.
El espacio ha presentado este jueves por la tarde su nuevo proyecto directivo, con unos pilares claros: producción e investigación artísticas, territorio y contexto, retorno a la ciudadanía, educación y mediación. Después de seis años de impulso hacia la transformación del Centro Huarte en un espacio dedicado a la producción artística y un lugar de recursos para la comunidad del arte contemporáneo en Navarra, “ahora se trata de hacer un especial esfuerzo en la mediación y la educación artísticas, para poder socializar y poner en común los procesos de trabajo con otros agentes y comunidades que los complementen y viceversea, en un flujo de ida y vuelta del conocimiento”, y todo ello orientado al objetivo de “favorecer procesos de aprendizaje que construyan una ciudadanía más crítica”.
Así se ha puesto de manifiesto en el acto en el que se ha dado a conocer este programa y en el que la actual directora del Centro Huarte, Oskia Ugarte, ha estado acompañada de la consejera de Cultura y Deporte del Gobierno de Navarra, Rebeca Esnaola; y los vocales del patronato Alfredo Arruiz, en calidad de alcalde de Huarte, Greta Alfaro, artista, y Javier Balda, miembro del Consejo Navarro de la Cultura y las Artes.
"LA DIRECCIÓN COLECTIVA NOS HA FORTALECIDO"
Oskia Ugarte tiene la misión de dar continuidad a los seis años de trabajo que ha llevado a cabo de forma colectiva junto con Nerea de Diego, Elisa Arteta y Betisa Ojanguren, pilotando ahora en solitario –aunque siempre haya una red, un equipo–. “La dirección colectiva ha atravesado nuestros cuerpos, ha transformado nuestras maneras de hacer y de hablar; nos ha unido y fortalecido”, ha dicho Ugarte, mostrando su agradecimiento a la implicación y el esfuerzo de las que han sido codirectoras junto a ella entre 2016 y 2022, y asegurando que “lo colectivo hay que incluirlo, hacerlo parte de la cotidianidad y de los modelos de trabajo que tengamos de ahora en adelante”.
En palabras de la propia directora, el espacio de arte contemporáneo ha experimentado en los años anteriores “una profunda transformación, pasando del ver al hacer, y ahora toca afianzar, asentar y consolidar; pero también retornar: poner en relación todo lo que está fuera del Centro Huarte con lo que aquí está ocurriendo”.
El apoyo a la comunidad artística se seguirá brindando con los programas de residencias y estancias o la formación superior con el Máster en Prácticas Artísticas y Estudios Culturales, “pero también es hora de profundizar en el acompañamiento y el cuidado de los procesos de trabajo que tienen lugar en el Centro y de ponerlos en relación con la sociedad”, ha explicado Oskia Ugarte, quien ha señalado como “una de las grandes apuestas” el impulso de muestras, exposiciones y presentaciones de lo generado en el CACH fuera de sus instalaciones.
En definitiva, se quiere “dedicar un especial esfuerzo a aquellas líneas que pretenden retornar y socializar los procesos que tienen lugar en el Centro Huarte con el objetivo de que estos procesos puedan aportar, y a su vez nutrirse de aquellas comunidades a las que se abren”.
UN CENTRO "CONSOLIDADO"
Rebeca Esnaola ha señalado este jueves que “los nuevos retos que el patronato ha marcado para la evolución del Centro Huarte pretenden consolidar líneas que en el departamento consideramos fundamentales de las políticas públicas culturales”. Y ha apuntado que esas líneas “son las de promover la investigación, la producción, la formación y la difusión de la creación contemporánea, vinculando al territorio navarro en su conjunto; siendo un espacio orientado también al intercambio y a la participación de la ciudadanía a través de la mediación”.
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El alcalde de Huarte, Alfredo Arruiz, ha hecho hincapién en que el CACH debe “seguir ofreciendo un espacio plural y libre para combatir los males de nuestro tiempo, como la xenofobia, el racismo, el fascismo y la desigualdad social”, y a a la vez, “dando valor a Huarte y su entorno, y por extensión al resto de la Comunidad foral”.
Y Greta Alfaro y Javier Balda, como miembros independientes del patronato, han destacado la necesidad de seguir potenciando el aspecto de igualdad desde el trabajo en el CACH, un centro, que, aseguraron, “ya está consolidado, y se ha visto en los últimos diez años. Ahora hay que estar atentos, trabajar estrechamente y saber adaptarse a todas las tendencias y todo lo que esté por venir”.
CUATRO ÁREAS DE TRABAJO
Las áreas en las que se impulsará el trabajo en esta nueva etapa del Centro Huarte son: producción, investigación, territorio y contexto, y retorno a la sociedad; siempre a través de “estrategias horizontales, colaborativas y participativas que hagan de esta institución algo permeable”, ha destacado Oskia Ugarte, apuntando el valor que tendrán en estas estrategias “lo transversal y lo relacional, la perspectiva de la crítica feminista y el trabajo desde el contexto local y de manera situada”.
La producción artística se entiende en este proyecto como “aquello que hace que los agentes de la comunidad se relacionen, colaboren, compartan, investiguen, participen, trabajen, aprendan, debatan y cuestionen”. Así, no tendrá como único fin la obra de arte, sino que “generará conocimiento, sensaciones, relaciones, afectos, etc”, contempla el nuevo proyecto directivo en el que se define el Centro Huarte como “un lugar con clara identidad experimental, investigadora, innovadora y reflexiva, y con marcado carácter transdisciplinar”. En este apartado será importante seguir dotando los laboratorios de la 1ª planta.
La investigación y la experimentación se siguen considerando “eje fundamental” que no solo entran en juego en obras materiales, sino también en conocimientos y relaciones tanto profesionales como afectivas. Partiendo de esta idea, se pretende favorecer las sinergias entre áreas de conocimiento para que las metodologías propias del arte se vean enriquecidas de otras muchas áreas, y aporten a su vez a otros campos aunando teoría y praxis.
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En cuanto a los pilares de territorio y contexto, se propone el CACH como “un espacio de prácticas situadas”, para lo cual es necesario “hacer visible a la institución y todo lo que ésta puede ofrecer al territorio en el que se encuentra con la estrategia clara de seguir generando relaciones estables de trabajo en red con ese contexto”. Esto implica “un ejercicio de mirarnos y mirar más allá, reconocernos en otras realidades y establecer alianzas desde aquello que compartimos”. Aquí se hace hincapié en el impulso de conexiones entre la comunidad artística y también más allá, conectando a estos con otros actores y áreas del conocimiento.
La idea transdisciplinariedad.
RETORNO A LA SOCIEDAD
Poniendo el foco en el gran reto de vincular sus procesos artísticos a la sociedad, el nuevo proyecto directivo del Centro de Arte Contemporáneo de Huarte buscará fomentar en esta nueva etapa la visión del arte como motor de transformación. “Como un agente generador de conocimientos, afectos y relaciones que puede mejorar la vida de las personas aportar beneficios a la sociedad”, en palabras de su directora. Este retorno debe abrir, difundir y generar nuevos conocimientos con toda la sociedad, “de una manera abierta, transversal e intergeneracional, alejándonos de aquellas visiones que interpretan el arte o la cultura como espectáculo o entretenimiento”, destaca el nuevo proyecto directivo.
LÍNEAS DE ACCIÓN
Residencias, cesión de recursos y nuevas Ayudas. Se contempla mejorar las condiciones materiales y económicas de cesión de los estudios y recursos técnicos del Centro Huarte, que podrán usarse fuera; generar encuentros y sinergias entre agentes artísticos, e impulsar una nueva modalidad de Ayudas (que se suma a las de producción y publicación) para la producción de proyectos de menor envergadura o artistas con recorrido incipiente. Se busca internacionalizar el tejido local con el intercambio de artistas en residencia.
Acciones formativas. Se dará continuidad al Máster en Prácticas Artísticas y Estudios Culturales fruto de la colaboración entre el Centro Huarte, la UPNA y la UPV y que es “el buque insignia” de la actividad formativa del CACH, según Oskia Ugarte; se crearán espacios de aprendizaje colaborativo, y se promoverá la formación técnica de los recursos que ofrecen los laboratorios del centro, entre otras acciones.
PILARES: EDUCACIÓN Y MEDIACIÓN
Formación de docentes. Se impulsará la relación con el departamento de Educación para trabajar con escuelas –en especial la de Huarte–, educadores y educadoras de toda Navarra y vincular a estos con los procesos artísticos. Se formará a docentes y otros profesionales en el uso de la herramienta Tresnaka del Centro Huarte.
Investigación-acción pedagógica. Este capítulo novedoso apunta a la creación de espacios como grupos de trabajo, residencias o colaboraciones con universidades.
Exposiciones. Se contempla programar muestras y presentaciones de proyectos que se hayan realizado en el Centro Huarte, allí mismo y, sobre todo, en otros espacios expositivos, “lo que requerirá un esfuerzo en políticas de colaboración y trabajo en red” para garantizar “que lo que ocurre en el Centro Huarte itinere y los proyectos de artistas navarros se muevan fuera de Navarra”.
Uholdeak, puertas abiertas... Se dará continuidad al proyecto Uholdeak, enfatizando el trabajo con los territorios por los que itinera; y seguirá habiendo jornadas anuales de puertas abiertas donde poder conocer el trabajo de artistas e investigadoras en Huarte.