El Pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha acordado este martes proponer a las magistradas del Tribunal Supremo Ana María Ferrer e Isabel Perelló como nuevas candidatas con el fin de propiciar un acuerdo sobre la Presidencia del alto tribunal y del órgano de gobierno de los jueces.
El CGPJ ha informado en un comunicado de estas propuestas, acordadas en la reanudación del Pleno que este lunes, de nuevo, fue incapaz de romper el bloqueo para elegir a la presidenta o presidente del órgano tras tres horas de reunión.
La votación está fijada a las 12:00 horas. La Ley Orgánica del Poder Judicial exige una mayoría reforzada de tres quintos de los miembros del Pleno, lo que obliga a un acuerdo entre ambos bloques, que hasta la fecha ha sido inviable, por las posiciones inamovibles de ambos grupos, si bien los vocales -diez elegidos a propuesta del PSOE y otros tantos del PP- son conscientes de que "hay que salir de esta situación cuanto antes".
A dos días de la apertura del Año Judicial, el CGPJ ha retomado esta mañana el Pleno para desbloquear la elección de la presidencia de la institución, que evite que el órgano de gobierno de los jueces no esté representado oficialmente en el acto que preside el rey.
La situación es de tal urgencia que las partes trabajan con la finalidad de alcanzar el acuerdo hoy. "Tiene que salir sí o sí antes del Año Judicial", según las fuentes consultadas por EFE, porque el miércoles está prevista la toma de posesión ante el rey.
El Pleno está ahora más cerca que nunca del acuerdo tras haber acordado abrir la lista de candidaturas para elegir la presidencia "de forma inminente", tras constatar el bloqueo insuperable con las actuales candidaturas.
Entre esas candidaturas estaba la nueva favorita de los progresistas, Ana Ferrer, una vez que la magistrada Pilar Teso ha optado por retirarse de la carrera al no contar con los apoyos.
Pero resulta que tampoco Ferrer es del gusto de los conservadores, por eso todo apunta ahora a Perelló como la gran favorita, toda vez que los conservadores accederían así a la petición de los progresistas de que una mujer ocupe la presidencia del Consejo por primera vez en su historia.