El Club Atlético Osasuna continúa reforzando su obra social. El último proyecto de su fundación se llama "Integrol: Educación y Fútbol", y está dirigido a adolescentes que se encuentran en riesgo de exclusión social. Se trata de una escuela de fútbol de carácter social que tiene por objetivo emplear el deporte como una herramienta integradora, para contribuir así a mejorar la calidad de vida de los jóvenes.
Este proyecto de la Fundación Osasuna busca que el fútbol sea una motivación para que estos adolescentes mantengan su compromiso con las asociaciones sociales que trabajan con ellos, y que de este modo no decaigan en su ánimo de continuar formándose. Asimismo, también se intenta inculcar en los alumnos aquellos valores que son propios a la entidad rojilla como son el respeto, el compromiso y el trabajo en equipo.
En la actualidad este proyecto cuenta con cincuenta jugadores y jugadoras que proceden de asociaciones como Berriztu, el Servicio Socioeducativo Intercultural y Lantxotegi. El embrión de esta actividad se gestó hace ya dos temporadas, con un grupo más reducido de diez adolescentes y en la presente campaña se ha reformulado con el apoyo de Innovasocial, área impulsada por Fundación Caja Navarra y Obra Social "La Caixa".
Todas las semanas, los adolescentes participan en entrenamientos tutelados por técnicos de la Fundación Osasuna como Javier Morentín, Miguel Méndez y Aimar Bizkai, que a su vez están acompañados en las sesiones por los responsables de la actividad, Sandra Muñoz y Gorka Goñi. Los entrenamientos se desarrollan en las instalaciones deportivas de la Universidad Pública de Navarra y en el centro Berriztu de Aranguren.
Fue precisamente a los alumnos de la escuela de fútbol que se encuentran internos en Berriztu con quienes el futbolista Chimy Ávila ha querido involucrarse. La primera de las visitas que realizó a estos alumnos tuvo lugar el 9 de marzo. Con ellos, mantuvo un diálogo de dos horas a través de las cuales el delantero argentino les relató sus experiencias personales con el objetivo de que los jóvenes vean que es posible prosperar con esfuerzo y sacrificio.
"No hay mejor referencia para estos chavales que el Chimy"
"No hay mejor referencia para estos chavales que el Chimy. Tiene una historia de superación que entendíamos que podía servir de ejemplo a los chicos y la verdad es que la experiencia fue muy satisfactoria. No podíamos dejar pasar la oportunidad de que le conociesen en profundidad, para que tuviesen delante una figura en la que mirarse para lograr su propio crecimiento personal. Los alumnos se llevaron un tesoro de vivencia y de aprendizaje que no sólo no olvidaran, sino que además les servirá para mejorar sus vidas", explica Gorka Goñi.
El responsable de la actividad, junto a Sandra Muñoz, define el proyecto Integrol como "una actividad complementaria a lo que las asociaciones trabajan, fortaleciendo así la unión entre ambas y destacando por encima de todo el papel que se hace con estos adolescentes para que luchen y consigan sus objetivos vitales".