El Circo del Sol se estrena sobre el hielo

El circo y el hielo nunca antes se habían entendido tan bien como en Crystal, y en opinión de muchos era imposible aunar patinaje con acrobacias circenses, pero el Circo del Sol lo ha vuelto a hacer. Mundialmente conocido por sus espectáculos llenos de fantasía, números increíbles e historias emocionantes, el circo de origen canadiense ha logrado un matrimonio feliz entre el patinaje sobre hielo y el circo en Crystal, una de sus últimas producciones que llega a Pamplona del 4 al 8 de enero, con Diario de Noticias como media partner en las funciones del Navarra Arena, y en la que el aclamado grupo de artistas se estrena sobre el hielo.

Con esta creación, la compañía canadiense supera todos los límites combinando los deportes de hielo y las artes circenses para explorar la esencia del patinaje y llevar su estilo característico a un territorio hasta ahora desconocido. El patinaje sincronizado, el artístico y el extremo conviven con las acrobacias en siete números de circo tradicionales como el trapecio, el mano a mano, la banquina, los postes pendulares, las correas aéreas, el mano a trapecio, los malabares y el equilibrio de manos.

Es el primer espectáculo que incluye nieve real, proyecciones interactivas sobre el hielo y un sistema de focos integrado, además de ser el único show en gira del circo que incluye música popular en su banda sonora.

Crystal, que se creó en 2017 pero se reestrena en Málaga el 10 de diciembre tras un parón pandémico, incorpora varias canciones pop remasterizadas por la banda: Halo de Beyoncé, Beautiful Day de U2, Sinnerman de Nina Simone y Chandelier de Sia.

Junto con el resto de la música de creación propia, las conocidas melodías acompañan a los 43 acróbatas y patinadores en la primera experiencia acrobática del circo sobre hielo.

El mundo de Crystal

El espectáculo narra la historia de Crystal, una joven excéntrica y creativa que se siente incomprendida y fuera de sintonía consigo misma. Para escapar de su realidad, se aventura por un estanque congelado y cae a través del hielo a un mundo al revés. En este universo submarino fruto de su imaginación, se encuentra con un reflejo de sí misma, que la guía por este nuevo universo y despierta su creatividad, ayudándole a afrontar sus miedos y sus sombras.

A medida que Crystal continúa su viaje, convierte sus rarezas en creatividad con el trazo de su pluma. Con este nuevo poder, es capaz de encontrar su verdadero yo y volver a la realidad, decidiendo luchar por el aire y por volver a la superficie del lago.

Una historia universal con la que es fácil sentirse identificado, que habla de la perspectiva, de cómo la forma de vernos a nosotros mismos es un reflejo directo de cómo vemos el mundo. Crystal trata de mirar las cosas desde otra perspectiva, mirando más allá del velo de la vida cotidiana para descubrir la propia individualidad y singularidad de cada una.

Un relato mágico que cobra vida sobre el hielo en esta arriesgada propuesta de la compañía, que redefine una vez más la forma de ver el circo.

Un álbum de recortes viviente

Además de ser el 42º espectáculo de la compañía, Crystal llega con un formato nuevo en el que el escenario evoca una plaza de pueblo junto a un estanque congelado. Sobre una gran pista de hielo, el versátil escenario pasa de ser el patio de un colegio a un parque infantil, pasando por una máquina de pinball gigante o una torre de oficinas en una gran ciudad.

En la parte superior del escenario, una enorme pared de cuarzo representa todos los lugares familiares de la vida de Crystal, en los que experimenta momentos significativos a través de una serie de viajes en el tiempo. Con nieve real y alrededor de 300 bolas de nieve fabricadas cada semana, Crystal sumerge al público en un universo helado en el que conviven las sombras, la familia y el entorno escolar y laboral de Crystal, su propio reflejo y el personaje cómico, que representa al amigo imaginario de la protagonista en su subsconsciente.

Con su flamante pelo rojo, su ropa azul y una larga bufanda roja que refleja su extravagante creatividad, Crystal realiza a lo largo del espectáculo acrobacias, números de patinaje combinado con baile, pasos sobre el trapecio, un dúo aéreo con correas y una última escena emotiva e impresionante en la que combina técnicas de cuerpo a cuerpo sobre hielo con un trapecio a dúo, colgándose y siendo lanzada en el aire por su pareja.

La protagonista relata la historia mientras a su alrededor se despliega un mundo totalmente nuevo lleno de equilibrios, saltos imposibles, bailes, giros y carreras sobre el hielo que alcanzan su punto álgido en los increíbles números aéreos en los que los artistas vuelan por encima del escenario con telas, cuerdas o trapecios.

En la piel de Crystal

Una de las protagonistas de estas muestras de fluidez, velocidad y valentía que desafían las leyes de la gravedad es Hjordis Lee, patinadora profesional canadiense que desde 2019 representa el papel de Crystal en el espectáculo. Después de meses de preparación y una extensa carrera como patinadora de competición desde 2009, la artista da vida ahora al personaje principal del show.

Tras retirarse de las competiciones y pasar un par de años entrenando a estudiantes, la artista explicó que “echaba de menos el espectáculo y verme sobre el hielo”. Por ello entró en el patinaje sobre hielo profesional, para participar en shows como el de Crystal, en los que actuó durante 13 años en diferentes compañías.

“Cuando escuchamos que el Circo del Sol iba a hacer un show sobre el hielo por primera vez fue muy emocionante para el mundo del espectáculo de patinaje sobre hielo”, explicó Lee. En 2017 se presentó a la compañía y, tras recibir una llamada, a finales de 2018 ya contaban con ella para participar como Crystal.

“Me encanta hacer el papel de Crystal, es un personaje con el que creo que todos podemos sentirnos identificados de una forma u otra”, contaba durante uno de los ensayos en Frankfurt. Y es que Lee, como muchos acróbatas, pasa aproximadamente nueve horas al día en la arena, ensayando tanto con su pareja de acrobacias como sola, para tenerlo todo a punto antes del show de cada noche.

“Yo, en particular, he pasado algunas experiencias por las que me siento especialmente identificada con el personaje. Así que, de alguna manera, para mí es como una especie de terapia revivir todo eso, pero esta vez a través de mi trabajo y mi pasión”, añadió la patinadora, a quien le “encanta” el papel de Crystal y lo disfruta mucho a pesar de que pueda ser “físicamente agotador”.