El club de esgrima Gladius de Irun celebra su primera década impulsando este deporte en el Bidasoa

El club de esgrima Gladius de Irun celebra su décimo aniversario pudiendo presumir de haber acercado este deporte minoritario y poco conocido a la comarca del Bidasoa. Desde 2012 esta disciplina ya se practicaba en la localidad fronteriza a través de una actividad municipal, pero se encontraba dirigida exclusivamente a jóvenes de entre 9 y 17 años que, al cumplir la edad límite, debían dejarla.

Por este motivo el propio Ayuntamiento quiso impulsar, a través del club Fortuna de Donostia, la creación de uno irunés. El proyecto tomó forma bajo la dirección del donostiarra doce veces campeón de España, Álex Prior, quien, junto a su hermano Gorka, fundó Gladius en 2015.

Una trayectoria exitosa

En sus inicios, el Club apenas contaba con cuatro miembros, además de los hermanos Prior como entrenadores. Pero con los años ha ido creciendo hasta alcanzar los veinticinco integrantes, de edades comprendidas entre los 7 y los 56 años. No obstante, tal como señala Prior, el grupo mayoritario es el de los jóvenes de 15 y 16.

A pesar de la diferencia de edad, el responsable de Gladius asegura que el ambiente es “espectacular”. “Al principio pensaba que al ser de edades tan distintas se podrían generar conflictos, pero es todo lo contrario. Los mayores ayudan a los pequeños, y estos quieren enfrentarse con los mayores. Se crea una armonía muy buena”, destaca.

Varios integrantes del Club durante una competición. N.G.

En cuanto a la procedencia de los tiradores, la mayoría son bidasoarras, si bien también los hay de Iparralde y de Donostia. Por otro lado, además de los hermanos, el Club cuenta con otros dos entrenadores, ya que la idea de sus impulsores es no solo hacer crecer la entidad, sino también llevar la esgrima a los colegios, como ya hicieron con el de Belaskoenea de Irun.

Competiciones y torneos

Los integrantes de Gladius compiten actualmente tanto en la liga escolar de Gipuzkoa, en la que participan unos 70 niños y niñas, como en campeonatos de Euskadi y nacionales. También mantiene relaciones con los otros clubes del territorio, el de Lezo y el Fortuna de Donostia, así como con entidades de Francia, país en el que la esgrima se practica mucho. “Los clubes de allí pueden rondar los 300 integrantes, algo que aquí es impensable ni siquiera a nivel nacional”, cuenta Prior.

En este sentido, destaca que en abril participarán en un torneo que se disputará en Donostia, que reunirá a tiradores galos, y que en mayo se celebrará otro amistoso en Tarbes. Además, el 28 de marzo los irundarras viajarán a Barcelona para participar en el torneo internacional de Sant Jordi.

Un deporte desconocido

La esgrima es un deporte de combate, similar a las artes marciales, pero en el que se utilizan armas como la espada, el florete y el sable. En Irun el Club ha apostado principalmente por este último, ya que constituye una modalidad “rápida y espectacular” que, según Prior, es “la que más engancha a los niños”. Un tocado de sable dura menos de medio segundo, lo que lo convierte en una disciplina muy dinámica y “bonita de ver”.

Los entrenamientos se llevan a cabo en la parte superior de la cancha de Artaleku. A.M.S.

Los tiradores de Gladius entrenan cada miércoles y viernes, de 18.00 a 20.00 horas, en la parte superior de la cancha de Artaleku. Prior asegura que este espacio les ofrece “mucha visibilidad”, algo que resulta necesario a la hora de dar a conocer este deporte minoritario. “Todo el mundo que pasa nos ve, y eso es muy importante para nosotros, es nuestra mejor publicidad, porque hay quien se para, pregunta…”.

Prior explica asimismo que el Club se encuentra abierto a acoger a nuevos integrantes, y que cualquiera que lo desee puede acudir una semana a probar. “Todo el mundo que lo ha hecho se ha quedado”, asegura.

Alta participación femenina

Ante la extendida creencia de que la esgrima es un deporte elitista, Prior trata de desmontar el mito con un ejemplo muy simple: “Yo siempre digo que un sable cuesta menos que unas zapatillas de fútbol, apenas 30 euros, y puede durar muchísimos años. Yo todavía uso mi primer sable, que tiene quince años, no para competir, pero sí para entrenar. Y el traje completo ronda los 100-120 euros”.

En relación a la participación femenina en la modalidad, el creador de Gladius asegura que en el Club el porcentaje es de 60% hombres y 40% mujeres, si bien a nivel autonómico y estatal las cifras cambian a un 70-30. “Pero nosotros tenemos un grupo muy majo de chicas”, afirma.

Una década cosechando éxitos

En sus diez años de historia el Club ha cosechado importantes triunfos, especialmente en ligas escolares y campeonatos de Euskadi en categoría senior. Además, su impulsor, Álex Prior, ha continuado durante este tiempo cosechando éxitos. Y es que, además de haberse proclamado campeón de España, también ha competido a nivel internacional, habiendo obtenido el primer puesto en el campeonato del mundo sub-23 y siendo preseleccionado para los Juegos Olímpicos de Londres, Brasil, Tokio y París. 

El 40% de quienes integran el Club irundarra son chicas. N.G.

Su historia también habla de superación. Prior padece una discapacidad en la pierna que le impide realizar algunos movimientos, por lo que, aunque comenzó compitiendo a pie, la enfermedad degenerativa que sufre le llevó a la modalidad en silla de ruedas, en la que ha obtenido muchísimos logros.

Además, pese a su brillante trayectoria, su mayor satisfacción no es personal, sino los éxitos de sus alumnos. “Cuando un niño o niña consigue su primera medalla o una chica que acaba de entrar disfruta del deporte, para mi es como si ganara un campeonato de España. Cada uno tiene un objetivo y cuando lo consigue, todos sentimos el triunfo”, manifiesta.

Objetivos del Club

A corto plazo, el objetivo del Club es consolidarse en la competición nacional y, en el futuro, lograr competir por equipos representando a Irun.“Sería la primera vez en la historia en la que esto sucediera, y a mí me haría mucha ilusión”, confiesa Prior, quien asegura que ese momento llegará probablemente dentro de poco, puesto que en Gladius se van formando grupos de edad cada vez mayores.

No obstante, Prior no tiene prisa, ya que su máxima ambición es que la esgrima gane visibilidad. “Yo no me llevo nada económico por todo esto, lo hago porque quiero compartir con los demás algo que a mí me ha llenado”, concluye.

El club de esgrima Gladius de Irun cumple diez años NTM