El sector de la construcción de Euskadi vivió en 2023 un año “plano” al crecer por debajo del 1%, según el clúster vasco, que augura un 2024 en la misma línea. El director general del Basque Construction Cluster-Build:Inn, Jon Ansoleaga, explicó ayer jueves en una entrevista con Europa Press que hay varios factores que están influyendo en esta situación, como el incremento del precio de las materias primas y de los insumos. “La energía subió muchísimo y hay actividades en la construcción que son intensivas en consumo energético”, apuntó. “Ese incremento de los precios ha impacto en la rentabilidad de muchas empresas”, señaló. E, incluso, ha hecho que algunos proyectos ya contratados, fundamentalmente con la administración pública, pero también con privados, “dejen de ser rentables” porque el escenario económico es diferentes del planificado previamente.
El responsable del clúster detalló que los proyectos de construcción son plurianuales, por lo que considera que todavía este año habrá “problemas en la ejecución de algunos proyectos”. Sin embargo, cree que la situación se irá normalizando, sobre todo si hay nuevos proyectos con enfoques más industriales. Otro de los factores es la subida de los tipos de interés, que hace que el acceso a la vivienda sea más caro. “Esto ha derivando en que se retenga un poco la demanda”. Las elecciones, dada la dependencia del sector de la demanda pública, también generan incertidumbre, según Ansoleaga. Y señala, por último, el hecho de que los fondos Next no se estén ejecutando al ritmo que esperaban. A su juicio, una gestión más próxima de los mismos, como ha demandado el Gobierno vasco en reiterados ocasiones, sería “importante y más favorable” para el sector. Por todo ello, cree que el crecimiento en 2024 seguirá siendo plano.
Durante la entrevista con Europa Press, el director general del clúster vasco de la construcción detalló que el ejercicio 2023 cerró con un total de 146 socios, tras las últimas incorporaciones, que representan la mitad de lo que se factura, en términos de PIB, en construcción y alrededor del 18% de todo el empleo generado en el sector. Ansoleaga aseguró que los socios integrados en el clúster no solo representan a las empresas de construcción y promoción, sino a toda la cadena de valor, lo que incluye a compañías proveedoras de productos o materias primas vinculadas a la construcción, estudios de arquitectura, empresas de ingeniería, de recuperación de residuos de la construcción y la demolición o compañías tecnológicas vinculadas con este sector.
Según precisó las empresas integradas en el clúster previsiblemente estarán “un poco mejor” porque, generalmente, son empresas con “una mejor propuesta de valor”. Por lo tanto, prevé que su crecimiento –una vez cerrados todos los datos– será de aproximadamente el 1,5% respecto a 2022. Ansoleaga añadió que la facturación de las empresas del clúster se situó en torno a 2.800 millones al cierre de 2022 y para 2023 se espera ese incremento algo superior al 1,5%.
Empleo
En materia de empleo, el director general del clúster apuntó que uno de los problemas es la falta de personal que se produce “en todos los frentes”, tanto en las personas que están “en obra” como las personas que están dirigiéndolas o incluso en perfiles de ingeniería o de arquitectura, que no se encuentran, en la actualidad, en el mercado laboral en Euskadi.
Ansoleaga explicó que en 2024 tienen previsto realizar un estudio para cuantificar la mano de obra que falta en el sector, su impacto en la cuenta de resultados de las empresas y también identificar cuáles van a ser los perfiles profesionales del futuro porque, a su juicio, la solución no está sólo en atraer o formar a personas adaptadas al modelo actual de construcción, sino analizar cómo va a evolucionar el sector, “que será mas industrial y más digital.
Los datos
Compraventa de viviendas. La compraventa de casas se redujo en noviembre en Euskadi un -20,6 %, la segunda mayor caída del Estado por detrás de la Comunidad de Madrid. A nivel estatal, el descenso fue del 7,5%.
l Hipotecas. En noviembre, los préstamos hipotecarios para la adquisición de una vivienda cayeron un 17,7 % a nivel estatal hasta las 23.512 operaciones, mientras que la cuantía media de los mismos descendió un 7,3% hasta los 140.290 euros. Las caídas más acentuadas se produjeron en Nafarroa (-39,5 %); Cantabria (-30,1 %); Andalucía (-22,5 %); la CAV (-22,3 %); Aragón (-22,1%) o Madrid (-21,6 %).
Precio. El precio del metro cuadrado bajó un 2% interanual en el Estado hasta los 1.582 euros. Los mayores retrocesos se dieron en la CAV (-9,5%); Nafarroa (-8,4%); Aragón (-4%); Canarias (-3,3%); Catalunya (-1,4%) y Madrid (-1%). En cambio, subió en once comunidades autónomas.