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El código de los Blood: ropa Calvin Klein y de color marrón para asesinar

Banda desarticulada en Álava y el Estado
Símbolo de la banda latina Bloods
Símbolo de la banda latina Bloods

La banda latina Blood (Bloods, Bloodz), asentada en Irun y que acaba de sufrir un duro golpe con la detención de 14 de sus miembros, nació en Los Ángeles, en California (EEUU), en los años 70.

Sus miembros utilizan el color rojo, como símbolo de la sangre, en su indumentaria, aunque cuando van a cometer actos delictivos suelen recurrir al marrón, que para ellos representa la guerra, como señalan las fuentes consultadas.

Y visten ropa de la marca Calvin Klein solo por una razón "de peso" para ellos. Son las iniciales de su mayor enemigo, los Crips (la C) y de su objetivo, kill (la K): matarlos.

Aunque la Guardia Civil da por desarticulada la actual cúpula de los Blood en el Estado español, la investigación permanece abierta y no se descartan más detenciones.

El pasado 11 de octubre, la Guardia Civil detuvo en el País Vasco a tres miembros de la banda, en una operación llevada a cabo en Laguardia y Vitoria, además de en Irun, con lo que dio por desarticulada la cúpula de esa organización en ambas provincias.

Ahora la operación se ha extendido al resto del Estado hasta practicar trece detenciones

Nuevas detenciones

Tenían todo preparado para matar a su objetivo. El plan, diseñado desde Barcelona por el "suprema", o sea el jefe, lo iban a ejecutar los "soldados" del "escuadrón de la muerte" en Madrid, pero la Guardia Civil lo frustró en una operación que ha dejado descabezada a la banda latina Blood, caracterizada por su extrema violencia.

Y no solo eso. La operación, que ha durado diez meses, ha supuesto la desarticulación de los principales "bloques" o "sets" de la banda: el del Norte, ubicado en Gipuzkoa, Álava y Navarra y controlado desde Irún; el de Barcelona y el de Madrid.

La Dirección General de la Guardia Civil ha dado cuenta este miércoles de los detalles de la operación Laya, que se ha saldado con catorce detenidos, entre ellos los dirigentes, con edades comprendidas entre los 18 y los 34 años.

Once de ellos están en prisión por orden judicial, a los que hay que sumar uno de los arrestados, que ya estaba en la cárcel desde una semana antes por delios que había cometido en un fin de semana anterior.

Aunque se asentó en España a mediados de 2002, controlada por dominicanos fundamentalmente, fue en 2009 cuando la Guardia Civil asestó el primer golpe a los Blood (sangre) en Torrevieja (Alicante), también en una operación con trece detenidos.

Desde entonces, ha seguido investigando a este grupo, que, como el resto de las bandas latinas, se ha ido instalando en una parte importante de la geografía, pero especialmente en las comunidades de Cataluña, Madrid (más implantada en el Corredor del Henares), País Vasco, Castilla-La Mancha (en Toledo, sobre todo) y, aunque menos, la Comunidad Valenciana, sin dejar de intentarlo en otras, como Aragón.

Como han indicado fuentes de la investigación, esta banda se caracteriza por su extrema violencia, hasta el punto de que utilizan machetes para infligir el mayor daño posible a sus víctimas. Y, como está ocurriendo en otras bandas latinas "enemigas", ya sus miembros no son todos de origen latino. Ahora ya se reclutan de otras nacionalidades, como magrebíes y de países del Este de Europa, pero cada vez más de españoles.

Además, recurren a menores de edad. Dada su posición de inferioridad en la jerarquía, son inducidos por los miembros de mayor rango a abandonar a sus familias y a cometer delitos como medio de financiación y para alcanzar un mayor estatus en la banda.

También reclutan a chicas (casi siempre de nacionalidad española), a las que, incluso, agreden sexualmente. Robos con violencia e intimidación a personas o establecimientos, reyertas, tráfico de drogas, asesinato en grado de tentativa, tenencia ilícita de armas... son algunos de los delitos que se les imputa a los detenidos en esta operación.

Un asesinato frustrado

La labor de inteligencia del Servicio de Información de la Guardia Civil en los últimos meses permitió descifrar la estructura de la banda en España y constatar que desde Barcelona se tomaban las decisiones. Allí se asentó el "suprema", un hombre que ya contaba con antecedentes y que había estado en prisión condenado como autor intelectual de un asesinato.

El "suprema" fue quien encargó al "bloque" de Madrid que ejecutara un asesinato en esta ciudad. Además de recriminarles que no tuvieran armas de fuego, el jefe les dio un plazo muy corto para que lo perpetraran. Los agentes montaron un dispositivo para proteger al objetivo y lograron ubicar a los que iban a ser sus ejecutores, convencidos estos de que tenían que cometer el crimen porque de lo contrario, serían ellos las víctimas.

Finalmente, la Guardia Civil "abortó" el plan y detuvo a tres miembros del "set" madrileño.

No hay una cifra "oficial" de los miembros de la banda Blood en España, aunque podría hacerse de un cálculo aproximado. Podrían sumar 400 si cada uno de los más o menos 20 bloques reúne a una media de 20 integrantes. Pero solo son datos aproximados.

2021-10-21T09:45:02+02:00
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