Tres minutos de protagonismo y soledad política. A eso ha quedado reducido el intento de Vox de echar por tierra la tramitación en lectura única de las últimas actualizaciones del Concierto Económico para que las haciendas forales vascas asuman los nuevos impuestos aprobados en el Estado. Como ha sucedido desde la irrupción de la ultraderecha en las Cortes estatales y sucedía también con Ciudadanos, Vox intentó sin éxito que la tramitación fuera otra, con la pretensión de introducir enmiendas parciales y modificar un acuerdo que es bilateral y de raíz foral entre el Estado y la comunidad autónoma vasca. A la espera de que el debate de fondo se produzca este jueves, este primer round sobre la forma de la aprobación del proyecto se ha saldado con el Congreso dando la espalda a Vox. Todos los partidos que intervinieron en el debate apoyaron el procedimiento de lectura única: el PNV, que fue quien consiguió arrancar la concertación de los impuestos a la banca, las multinacionales y el vapeo en sus negociaciones con Pedro Sánchez; PP, PSOE, Sumar y EH Bildu. Por tanto, el jueves, el Congreso solo podrá refrendar o tumbar la actualización del Concierto, no modificarla, y habrá una mayoría contundente a favor, con la excepción de Vox y también de Compromís, por la situación de la financiación valenciana.
Al menos en esta cuestión, el PP no se dejó arrastrar por la ultraderecha. El vasco Carmelo Barrio defendió el Concierto y llevó el ascua a la sardina de Génova. Reivindicó que fue el Gobierno de José María Aznar quien promovió en 2002 un acuerdo para que el Concierto tuviera una vigencia indefinida, y recuperó unas declaraciones del exministro Montoro para defender que “la foralidad vasca no es un agravio comparativo para nadie, no pierde nadie”. Recordó que la propia Constitución española ampara la actualización de los derechos históricos. Por ello, apostó por preservar la “coherencia” del PP y la postura mantenida en las seis modificaciones que ha experimentado esta ley que regula las relaciones financieras entre las haciendas de la CAV y el Estado. Esto es cierto, aunque no siempre hubo un cierre de filas total en torno a la protección del Concierto, y basta con recordar que el PP votó en contra del blindaje que se impulsó para que no pudiera ser recurrido ante la justicia ordinaria.
Pedagogía del PNV
Quien abrió los turnos de intervención fue la jeltzale Idoia Sagastizabal. Admitió que no tenía intención de tomar la palabra hasta el jueves y que este trámite no debería generar dudas, pero se inclinó por coger el micrófono para hacer pedagogía. Recordó que este trámite se votaba por asentimiento hasta 2017, y que el acuerdo bilateral entre el Gobierno vasco y el Estado solo puede ser ratificado o devuelto por las Cortes estatales, no se puede enmendar o modificar unilateralmente.
“Es el mismo procedimiento que siguen los tratados internacionales y, si atendemos a la disposición adicional segunda del Concierto Económico y la primera de la Constitución, a las sentencias del Constitucional de los años 1988 y 1989, y al punto 150 del reglamento del Congreso, no entiendo este debate que plantea Vox. Semana tras semana exigen el cumplimiento de las leyes, las sentencias y la Constitución, pero hoy nos dicen que este trámite no vale, cuando está recogido normativamente. Solo están para cumplir las leyes cuando les interesan. Este procedimiento les trae sin cuidado. Lo único que quieren es criticar en tres minutos el acuerdo para hacer marketing, intentando sacar rédito político”, zanjó.
EH Bildu, a pesar de que la izquierda abertzale menospreció el Concierto durante décadas, anunció que votaría a favor de cualquier ampliación del autogobierno hasta que sea total y pleno. Oskar Matute aprovechó para criticar la “España uniforme” de la ultraderecha y que en realidad sean unos “vendepatrias cuando un señor naranja les dice que hay que poner aranceles a todo el mundo”. Además, dijo que los derechos del pueblo vasco no van contra la clase trabajadora del Estado y que, al contrario, pueden seguir esa senda.
Sumar: "un sistema cooperativo y justo"
Desde Sumar, Lander Martínez apoyó la tramitación en lectura única por la “naturaleza del pacto” entre instituciones y puso en valor que esta modificación “garantiza que llegue a Euskadi el impuesto a la banca o las plataformas digitales”. Defendió el Concierto como una herramienta en un “sistema cooperativo y justo”.
La socialista María Luisa García Gurrutxaga denunció que “el oportunismo haya convertido un procedimiento regular en algo denunciable para generar discordia y polarizar”.