El congresista republicano Kevin McCarthy volvió a perder por decimotercera vez en la votación para ser elegido presidente de la Cámara Baja estadounidense pero roza la mayoría, tras lograr arañar un apoyo más.
Frente a los veinte republicanos ultras que se negaban a apoyarlo hasta ayer, el californiano logró este viernes, en la votación previa, la duodécima, cambiar el voto de gran parte de los congresistas que lo rechazaban y en esta decimotercera consiguió un apoyo más.
Así, solo le queda convencer a otros dos del grupo de republicanos ultras, reacios a que se convierta en el próximo "speaker" de la Cámara Baja.
Durante las dos votaciones de hoy, los republicanos favorables a McCarthy han vitoreado a cada uno de los congresistas que han cambiado su voto, en la cuarta jornada de una extenuante y caótica semana en el Capitolio estadounidense.
McCarthy logró un total de 214 votos a favor después de haber conseguido, tras arduas reuniones celebradas en los últimos días, cambiar el voto este viernes de 15 congresistas, 14 que apoyaron previamente a otros candidatos y una más que se había abstenido hasta ahora.
Tendrá así que celebrarse una nueva votación, la número 14, y para ganarla, McCarthy tendría que lograr el apoyo de al menos dos de los seis legisladores que todavía lo rechazan y podría permitirse el lujo de que cuatro no lo refrenden.
En esta decimotercera ronda el demócrata Hakeem Jeffries logró 212 votos, los de todos los congresistas de su partido, mientras que los seis republicanos díscolos votaron a otros aspirantes que no fueron nominados oficialmente pero cuyo nombre dijeron a la hora de votar.
El legislador de Florida Matt Gaetz, aliado del expresidente Donald Trump, fue quien propuso a Jordan y en su intervención previa a la votación aseguró que McCarthy no conseguirá los votos necesarios "ni hoy, ni mañana, ni la próxima semana, ni el próximo mes".
Es, por tanto, uno de los huesos más duros de roer para el californiano, que aspira a convertirse en "speaker", una importante figura política en el país entre cuyas funciones está fijar gran parte del calendario legislativo, decidir qué proyectos se votan y cuándo.
Antes de entrar en el Capitolio, el propio McCarthy declaró a los medios que está teniendo reuniones con los veinte congresistas díscolos que le niegan su apoyo, pero negó que se haya llegado a un pacto. "No estoy diciendo que tenemos un acuerdo. Estamos en una buena posición y tenemos reuniones", dijo McCarthy.
Un grupo de republicanos ultra lleva desde el martes impidiendo al aspirante del aparato del partido hacerse con el cargo, dando su apoyo a candidatos conservadores alternativos votación tras votación.
Son el ala más derechista del Partido Republicano, agrupada en el llamado Freedom Caucus, y mantienen bloqueada la elección del nuevo líder de la Cámara de Representantes, que no puede echar a andar hasta que haya un nuevo "speaker".
El presidente de la Cámara de Representantes es la tercera autoridad de Estados Unidos, solo por detrás del presidente, Joe Biden, y la vicepresidenta, Kamala Harris, que también ejerce de presidenta del Senado.
Entre sus funciones en la cámara, es el encargado de fijar gran parte del calendario legislativo, de decidir qué proyectos se votan y cuándo. Puede, por tanto, hacer o deshacer la agenda de un presidente e impulsar las iniciativas legislativas más importantes de su partido.