El Consejo Vasco de Finanzas Públicas se reúne en Vitoria en un encuentro en el que se cerrarán las previsiones de cierre de recaudación de las Haciendas para este año y la estimación de ingresos fiscales de 2023. Además, se abordará casi con seguridad la nueva deflactación del IRPF anunciada por el Lehendakari, Iñigo Urkullu, que entraría en vigor el 1 de enero del próximo año para atenuar la inflación subyacente prevista.
Este encuentro se desarrollará en un contexto económico marcado por la elevada inflación y la desaceleración, que ha llevado al Gobierno vasco a rebajar sus previsiones, de manera que se estima para este año un crecimiento del 4,3%, dos décimas menos que el inicialmente fijado, y del 2,1% en 2023, la mitad de lo previsto entonces (un 4,1%).
Como es habitual, en este encuentro se cerrarán las previsiones de recaudación de las haciendas forales para este año y se realizará la estimación de ingresos fiscales de 2023. Además, se acordará la distribución de la recaudación entre los distintos niveles institucionales de Euskadi (autonómico, foral y municipal).
En el Consejo Vasco de Finanzas del pasado año se estimaron unos ingresos para 2022 de 16.290 millones, un 4,6% más que la estimación de cierre de recaudación de 2021 (15.580 millones de euros). No obstante, el alza de los precios, que está derivando en un aumento de la recaudación, obligará, con probabilidad, a realizar una corrección del cierre para el presente ejercicio.
Según los últimos datos, hasta el pasado mes de agosto, la recaudación de las Haciendas vascas se había elevado a 10.630,9 millones, lo que supone un aumento del 9,5% respecto al mismo periodo del año anterior. Una vez celebrada esta reunión, este mismo mes de octubre está previsto que se apruebe en Consejo de Gobierno el proyecto de presupuestos vascos de 2023, en el que el Gabinete Urkullu apuesta por incrementos en la partida social.