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Bizkaia

El Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia monitorizará todo el agua de riego y baldeo de los municipios

Se instalarán contadores en 88 localidades para conocer el consumo real en esas labores y tomar medidas para un uso más eficiente
Un operario riega unas macetas situadas en una calle de Barakaldo, uno de los municipios cuyo consumo se monitorizará para gestionar mejor el agua.
Un operario riega unas macetas situadas en una calle de Barakaldo, uno de los municipios cuyo consumo se monitorizará para gestionar mejor el agua.

Decía William Thomson Kelvin, más conocido como Lord Kelvin, que lo que no se mide, no se puede mejorar, y lo que no se mejora, se degrada siempre. Siguiendo el consejo del físico y matemático británico, el Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia monitorizará todos los consumos que realizan los municipios en riegos, baldeos de calles o fuentes ornamentales, que representan hoy en día aproximadamente un 10% del agua que se consume en el territorio. “En la situación actual, cada gota de agua cuenta. Y si queremos optimizar el consumo, en todos los ámbitos, lo primero que tenemos que hacer es saber cuánto es”, explica Juan Luis Mozos, subdirector de Redes Municipales de la entidad consorciada. Solo sabiendo con exactitud cuánto se consume se podrán adoptar medidas para que optimizar el uso de ese agua, como instalar medidos de humedad, por ejemplo, para ver si efectivamente el riego es necesario en determinado parque o jardín.

Una de los principios con los que trabajar el Consorcio es garantizar que los recursos hídricos de los que dispone Bizkaia se utilizan de la forma más eficiente posible, sin malgastar lo más mínimo . Más aún en un contexto como el actual. Y eso pasa por reducir al mínimo el agua no registrada, aquella que se pierde en las fugas y los robos, pero también el volumen de líquido que, aunque sí está autorizada, su consumo no está monitorizado por ningún contador. “Debido a todo el estrés hídrico que sufrimos, como consecuencia del cambio climático, uno de nuestros grandes objetivos es reducir ese agua no registrada”, explica Mozos.

Se refiere, principalmente, a esos consumos que realizan los municipios para baldear las calles, regar sus jardines o poner en marcha sus fuentes ornamentales. “Aunque los municipios tienen permiso para utilizar ese agua, no están robando, la mayoría de las bocas de riego no tiene contador”, señala el responsable del Consorcio. “Estamos diciendo en las casas que se tenga cuidado con el agua que se consume, que no se despilfarre y se haga un uso responsable. Pero para hacer ese consumo responsable tienes que medirlo; si no, ¿cómo sabes si has subido, has bajado...?”, apunta. Es por eso por lo que el Consorcio ha tomado la decisión de instalar contadores en todas esas tomas de consumos municipales en las 88 localidades que están adheridas a Udal Sareak, a través de las cuales es el Consorcio el que gestiona sus redes secundarias, a diferencia por ejemplo de Bilbao, que se hace cargo por sí mismo. Se trata, en definitiva, de conocer al detalle cuánto agua se consume en estas tareas y, en base a ellas, poder mejorar su eficiencia, reduciendo el que no sea necesario. No significa que no paguen por ese agua; lo hacen, pero el cobro se les realiza en base a un consumo estimado. De hecho, se denominan consumos autorizados no registrados.

El primer paso para ello será realizar un análisis de campo. Lo primero es detectar quiénes son los grandes consumidores de agua década municipio: los abonados que más agua utilizan, instalaciones deportivo-culturales privadas, invernaderos y huertas, instalaciones industriales y también municipales: riegos, fuentes, fuentes ornamentales, baños públicos, bocas de riego... Posteriormente, se recorrerán todas las calles para inventariar hidrantes, bocas de riego, fuentes ornamentales y de consumo, baños público y también zonas ajardinadas susceptibles de ser regadas. Así, se podrá cuántos de ellos carecen de contador y dónde hay que instalarlos. “De esta forma, sabremos exactamente cuánto se gasta en cada uno de estos ámbitos, si por ejemplo se está consumiendo muchísima agua en un determinado parque. Y cada Ayuntamiento podrá saber, en su caso, si necesita optimizar un riego, no regando los días que llueve, poniendo sensores de humedad o estableciendo menos presión en los baldeos”, explica a modo de ejemplo Mozos.

Prueba piloto

Ya se ha llevado a cabo una prueba piloto en tres municipios vizcainos: Galdakao, Santurtzi y Sopela. En el primer caso, por ejemplo, se han detectado 39 fuentes sin contador, 13 bocas de riego y los sistemas de los parques Ardanza y Búho, que suman 23.000 metros cuadrados; en Santurtzi, 36 fuentes de consumo, 6 bocas de riego, una fuente ornamental y doce parques y jardines de 78.000 metros cuadrados; y en Sopela, 25 fuentes de consumo, una fuente ornamental, siete bocas de riego un centro educativo y las duchas de la playa de Atxabiribil.

En todos ellos se instalarán nuevos contadores, además de reubicar algunos ya existentes. “Lo que se va a hacer ahora es, este trabajo que se ha llevado a cabo en estos tres municipios, ampliarlo a todos los que están integrados en Udal Sareak, un total de 85, ya que son actuaciones que afectan a la red secundaria, la que discurre por la localidad en sí”, apunta Mozos.

Las obras para instalar esos contadores en estos tres municipios comenzarán el próximo mes de septiembre y supondrán una inversión de casi 250.000 euros: 110.881 en Santurtzi, 76.972 en Galdakao y 59.649 en Sopela.

La intención del Consorcio de Aguas es arrancar el análisis del resto de municipios a principios de 2024. Será un trabajo arduo; se prolongará al menos durante dos años, con dos posibles prórrogas de un año cada una de ellas. En total, las tareas tendrá un coste de 711.159 euros.

2023-07-11T04:34:02+02:00
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