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El consumo y el sector servicios tirarán de la economía pese al bajón de las exportaciones

Azpiazu augura un crecimiento del 2,1% en 2024 mientras Laboral Kutxa lo rebaja al 1,5% por la crisis en Alemania y Francia
La debilidad de las economías del entorno europeo lastran las exportaciones vascas.

La economía vasca proseguirá su senda de crecimiento el próximo año pese a la debilidad que se empieza a reflejar en las economías del entorno europeo, en concreto, en Alemania y Francia, y que inciden negativamente en las exportaciones, uno de los puntos fuertes de la economía de Euskadi, que se compensará por el consumo y los servicios.

Así, el consejero de Economía y Hacienda del Gobierno vasco, Pedro Azpiazu, en una entrevista en Onda Vasca auguró que el crecimiento previsto para la economía vasca es “importante”, con un 1,7% para este año y un 2,1% para el año que viene que “en principio no parece excesivo” pero que es “bastante más que lo que va a crecer el entorno europeo”.

Además, subrayó que este crecimiento “va a seguir permitiendo crear empleo, 13.000 más o menos este año, unos 16.000 el año que viene”, lo que hará que la tasa de paro se sitúe por debajo del 7%, “un dato muy importante”, teniendo en cuenta que el objetivo para el fin de la legislatura era bajar del 10%.

Por su parte, Laboral Kutxa rebaja ese crecimiento el próximo año “entre el 1 y el 1,5%” y mantiene para 2023 su estimación de julio, con un aumento del 1,7% del PIB vasco y una tasa de paro del 8,2%.

El director del Departamento de Estudios de la entidad, Joseba Madariaga, durante un encuentro anual que organiza la Asociación de Directivos y Profesionales de Euskadi (ADYPE) en Bilbao sobre perspectivas económicas para 2024 y en el que también participó el director de Economía Española de CaixaBank, Oriol Aspachs, apuntaron a “una debilidad, que no recesión, en un contexto complejo, con una cierta desaceleración en los próximos trimestres” para el conjunto de las economías, que se traducirá, en el contexto europeo, en “una debilidad que nos sitúa en situación de fragilidad a corto plazo”.

Joseba Madariaga se encargó de la situación en Euskadi para subrayar que la economía vasca muestra, cerca del cierre de 2023, “menor dinamismo” que atribuyó al binomio industria y exportaciones, causantes ambas de esa ligera desaceleración vasca. Según dijo, por un lado, la caída del 0,3% hasta agosto de la producción industrial, respecto a 2022. Por otro lado, y en lo que respecta a las exportaciones, “el estancamiento” de las principales economías europeas, como Alemania o Francia, mercados a los que Euskadi exporta, “están suponiendo un lastre tras un primer trimestre muy positivo”.

Fortaleza del mercado laboral

En el lado positivo a nivel de Euskadi, Madariaga situó al consumo y al sector servicios porque, pese a que la confianza del consumidor se encuentra en valores negativos, “las tasas de crecimiento trimestrales han mostrado cierta solidez, y en el sector servicios tanto la ocupación como la cifra de negocios resisten”. En este punto, el analista de Laboral Kutxa subrayó la “sorprendente fortaleza” del mercado laboral vasco, donde el número de parados registrados está “en mínimos desde 2008” (106.725 personas) y “la cifra de afiliación en máximos históricos” (1.008.688 personas).

Con este perspectiva “el escenario para 2024 hace pensar en una horquilla de crecimiento entre el 1% y el 1,5%”, concluyó Madariaga.

Ambos analistas aludieron a la evolución de los tipos de interés, en especial en la eurozona por la política del Banco Central Europeo. Mientras Aspachs afirmó que “el efecto máximo de las subidas de tipos aún tiene que notarse” y que, en cualquier caso, “el BCE y la Fed podrían haber alcanzado el pico en el ciclo de subidas de tipos de interés”, si bien su intención es mantenerlos elevados por un tiempo, dado que “el mercado no anticipa bajadas hasta mediados de 2024”, Madariaga señaló fue la guerra entre Ucrania y Rusia la que “marcó el inicio de una fase de subidas del tipo de interés por parte del BCE”.

Mientras, CaixaBank prevé “un crecimiento del PIB del 2,4%”, que se ralentizará “hasta el 1,4% en 2024”, si bien “con un perfil de menos a más a lo largo del año, a medida que vaya mejorando el entorno exterior y la confianza de los agentes, así como la ejecución de los fondos Next Generation de la UE”. En cuanto a la inflación, se prevé que en 2024 se mantendrá “algo por encima del 3%, aunque la subyacente baje del 4,6% al 3%”.

02/12/2023