"El cooperante debe adaptarse y no tratar de imponer su modo de vida"

¿Qué hace una mujer nacida en la República Checa y criada en Extremadura en Bilbao?

Vine hace 5 años a Bilbao a estudiar el máster en Cooperación y Desarrollo y establecí aquí mi base. Actualmente, trabajo en la ONGD Solidaridad Internacional.

¿De dónde viene tu interés por la cooperación?

Un profesor me habló de la cooperación internacional con 16 años y empecé a interesarme por este mundo. Empecé a colaborar con distintas ONGs del estado español y decidí hacer curos específicos como el de Bilbao.

¿Cuál ha sido el último proyecto en el que has trabajado?

Acabo de llegar hace poco de Haití, donde hemos terminado un proyecto que estábamos ejecutando y que se encuentra actualmente en proceso de evaluación. Trabajamos con una organización local para mejorar la vida de las personas, especialmente las mujeres campesinas. Hay grandes índices de desigualdad económica, social y de género. Tienen acceso a cultivar la tierra, pero no pueden ser propietarias. La lucha está en conseguir un acceso igualitario entre hombres y mujeres a la gestión de los recursos.

¿Cómo calificarías el trato con los haitianos?

El trato siempre ha sido muy bueno. Hay muy buena relación; nos brindaron una gran acogida. El impacto causado ha sido muy positivo.

¿Cuesta mucho ir a países como Haití y adaptarse a ellos?

A mí no me ha costado especialmente. Si te atrae este mundo es algo que uno ya se ha planteado previamente. Es un contexto diferente. En Haití, por ejemplo, hablan criollo haitiano y nos comunicábamos en francés. Más allá del idioma, tienes que comprender sus código sociales y adaptarte a su realidad, no intentar trasladar tu forma de vida a un lugar totalmente diferente.

Ester comparte una caminata con personas locales en Haití. Cedida

¿Es posible llevar a cabo todo lo que uno tiene previsto?

Hay que plantearse el trabajo a medio y largo plazo porque los cambios son lentos. Hay muchas cosas que hacer y falta tiempo. El eje principal de nuestro trabajo era empoderar a las mujeres y buscar la igualdad de género. Son cambios que tardan en hacerse.

¿Tienes algún proyecto nuevo entre manos?

He estado dos veces ya en Haití, la primera en 2023. En un par de meses iré a Guinea-Conakri, donde ya he estado trabajando en anteriores ocasiones.

¿Qué debe tener una persona para ser cooperante?

Tiene que ser alguien a quien le interesen la justicia social y los derechos humanos. Además, debe tener una visión crítica, saber adaptarse y no tratar de imponer su modo de vida. La idea no es que lo mío está bien y lo traslado al lugar al que vaya. Hay que entender que se trata de contextos diferentes.