“La cooperativa genera un empleo de mayor calidad, posibilita la participación en las decisiones y reduce la brecha salarial y de género”. Así defiende este modelo de empresa Patxi Olabarria, presidente del Consejo Superior de Cooperativas de Euskadi (CSCE/EKGK), que este lunes cumple 40 años de historia. Según Olabarria, la cooperativa es un referente para la empresa tradicional y sus valores son cada vez más demandados por las personas jóvenes, “que son y serán quienes van a configurar el tejido productivo y empresarial del futuro en Euskadi”.
En la actualidad, hay más de 2.000 cooperativas activas que generan 60.000 empleos directos y representan el 10% del PIB vasco, con más de 12.000 millones de euros en facturación. Asimismo, el número de cooperativistas se estima en un millón de personas, según el CSCE/EKGK. “El 70% de la población vasca tiene alguna relación con el cooperativismo”, asegura.
Como al resto del entramado empresarial, la incertidumbre es el principal reto al que se enfrenta tanto en el presente como el futuro más inmediato. “Su trabajo primordial tendrá como horizonte la incertidumbre que hoy nos afecta y las grandes transformaciones que afectan a la economía y a la sociedad vasca”, señala Olabarria, quien destaca que el trabajo del Consejo en los dos próximos años será “fomentar la incorporación de personas jóvenes, atraer y retener el talento, generar nuevos liderazgos, impulsar la participación de mujeres en los órganos de decisión e incrementar nuestra aportación al desarrollo económico y social de Euskadi”.
El Consejo es una entidad única en el mundo cooperativo estatal, europeo y mundial por su naturaleza público-privada. Su Pleno está formado por una veintena de personas que representan al Gobierno vasco, las Diputaciones forales, las tres universidades vascas y las empresas cooperativas. Sus funciones principales son la promoción y difusión del cooperativismo, además de asesorar y colaborar con las Administraciones en el ámbito cooperativo.
Surgió hace 40 años por la relevancia del tejido cooperativo vasco, para poner en valor y aunar la labor de las cooperativas. “Entonces, los representantes públicos ya eran conscientes de la relevancia de las cooperativas, sobre todo en el sector industrial. Su desarrollo, su naturaleza y su forma de hacer empresa eran diferentes, por lo que se necesitaba un órgano como este y unas políticas específicas”, explica el presidente del CSCE/EKGK.
Cuarenta años después, el Consejo afronta este aniversario reafirmando la aportación del cooperativismo a la economía vasca. La celebración tendrá lugar el lunes en el Palacio Euskalduna, con la presencia del lehendakari, Iñigo Urkullu, un evento que se ha concebido como un reconocimiento a la labor realizada por las 120 personas que han formado parte, en algún momento de su historia, del Pleno del Consejo y constituyen el movimiento cooperativo. “Queremos reconocer el trabajo de decenas de personas que han contribuido a construir los hitos más destacados de estos 40 años, poner en valor nuestras funciones principales de promoción, difusión y asesoramiento en el ámbito cooperativo, además de compartir retos y las ilusiones con las que encaramos el futuro”, destaca Olabarria.
Trayectoria
En la ley de 1982 se definió al Consejo como el máximo órgano de representación de las cooperativas, ya que entonces este modelo no contaba con estructuras propias. Cinco años después, desde el Consejo se impulsó la creación de las Federaciones de Cooperativas Sectoriales de Euskadi, que han tenido su propio recorrido hasta la unión de todo el cooperativismo en Konfekoop en 2020. A lo largo de estas cuatro décadas, además, el Consejo ha sido un colaborador necesario de las Administraciones vascas, en lo que se refiere a su labor contributiva y de asesoramiento en todas las normas sobre cooperativismo, o que puedan afectar a empresas cooperativas, siendo un actor principal en el desarrollo de las leyes de cooperativas, la última hace dos años. Así, desde el Consejo se impulsó la creación de la sociedad de garantía recíproca Oinarri, que en la actualidad tiene su continuidad en Elkargi S.G.R., de la que el CSCE/EKGK es socio protector y miembro de su consejo de administración. También impulsó la creación en 2022 de Elkar Lan, sociedad para la promoción de nuevas empresas cooperativas.
El Consejo es un firme defensor del cooperativismo, del que asegura que influye en que haya una menor desigualdad. “En estos 40 años hemos asistido a una transformación de la empresa cooperativa, que sin perder su fortaleza, ha sabido adaptarse a los retos económicos, tecnológicos, sociales, ambientales y de innovación”, destaca la entidad. “Los acontecimiento de los últimos años han puesto en evidencia qué tipo de empresa quiere la sociedad vasca. Una empresa comprometida con las personas, con valores de equidad, igualdad y justicia social. Y así es la cooperativa, un modelo de empresa que también es un referente para la empresa tradicional”, señala Olabarria.
“El CSCE ha contribuido a dar protagonismo a las cooperativas y a que sean consideradas como la sociedad empresarial mejor reconocida a nivel social”, concluye.
Hitos
1982
Ley de cooperativas. En la ley de cooperativas se definió al Consejo como máximo órgano de representación de las cooperativas, ya que entonces el cooperativismo no contaba con estructuras propias.
1983
Creación. La creación del Consejo Superior de Cooperativas de Euskadi nace en 1983 por la relevancia del tejido cooperativo desde mediados del siglo pasado.
1987
Federaciones. En 1987, desde el Consejo se impulsó la creación de las Federaciones de Cooperativas Sectoriales de Euskadi, que han tenido su propio recorrido hasta la unión de todo el cooperativismo vasco en Konfekoop en 2020.
1996
Oinarri. Se crea la sociedad de garantía recíproca Oinarri, que en la actualidad tiene su continuidad en Elkargi S. G. R.
2022
Elkar Lan. El Consejo impulsa la creación de la sociedad para la promoción del cooperativismo vasco Elkar Lan.