La calle Dato recupera un local de gran tradición y ahora con el singular nombre de El Copetín, la actividad vuelve a lo que fue el antiguo bar Casablanca-3, a la altura del número 38.
“Hacía falta un nuevo local que viniera a dar más vida a este tramo de la calle”, explica y reconoce Julián D’Agostino, responsable del local en conversación con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.
Servicio profesional para una experiencia diferente
El Copetín ha transformado y renovado por completo la decoración del local para convertirse en un lugar diferente entre los negocios de la zona, para buscar la especialización en cocktails clásicos y de autor, junto con toda una amplia carta de vermuts.
“Desde el esmerado servicio del personal, buscamos ofrecer una experiencia diferente a quienes nos visiten y quieran disfrutar de un rato agradable y tranquilo tomando una copa o cualquier vermut”, define D’Agostino.
A la hora de lograr esa diferenciación, la barra del nuevo local hostelero de la calle Dato no va a buscar seducir a la clientela con las habituales tortillas de patata o pintxos como grandes reclamos para quienes acudan al local por la mañana de las numerosas oficinas que pueblan esa zona de la calle Dato.
“Pretendemos ser un complemento al café de la mañana, más allá del pintxo de tortilla, ofreciendo la posibilidad de picar algo dulce o salado y que ese rato en El Copetín sea un verdadero paréntesis de descanso y tranquilidad dentro de su horario de trabajo”, explica D’Agostino.
Otra de las opciones que pueden degustar sus clientes serán “tablas de ibéricos o diferentes tipos de queso, en colaboración con Queseando”, concreta Julián.
Un punto de referencia
Como productos dulces y para ganarse el paladar de estos clientes cuenta con unas tartas caseras como la de “coco y dulce de leche y otras especialidades que pondremos similares a un pan de molde argentino, similar al sandwich mixto”, explica Julián rememorando a su ciudad natal de La Plata, en Argentina, y afincado desde hace años en Gasteiz con otros dos reconocidos locales como Zilarran y Burdiña.
Con el avance del día, El Copetín quiere ser ese local donde “disfrutar de un buen vermut o cocktail en un ambiente relajado”, enmarca Julián. Como elemento que ayuda a lograr esa sensación, la decoración del local también juega un elemento favorable con la mezcla de modernos elementos junto a otros más tradicionales.
“En ese aspecto me he dejado llevar por el buen trabajo de las decoradoras”, reconoce D’Agostino, satisfecho por el renovado y moderno aspecto impregnado al local.
En su carta de vermuts figuran creaciones propias como uno blanco con pétalos de rosa, que se ha macerado en la parte alta del almacén en las últimas jornadas Los cocktails que servirán los profesionales de El Copetín son esa mezcla de “clásicos como el gin tonic o ron con cola a los que la imaginación del autor y según ese momento, sirvan para darle un toque especial”, concreta Julián.