El coste sanitario atribuible al consumo de tabaco triplica los 9.000 millones anuales que recauda Hacienda con las ventas, según la Comisión Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), que pide al Gobierno impulsar ya más medidas.
El presidente de la CNPT, Andrés Zamorano, explica que en los últimos años se ha avanzado pero aún queda mucho por hacer, por lo que urge al Gobierno de Pedro Sánchez y al nuevo ministro de Sanidad, José Manuel Miñones, a publicar ya el Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2021-2025.
En él están contenidas todas las medidas que han demostrado ser efectivas en otros países y que contribuirían a lograr el reto de que la prevalencia del consumo sea del 5% para 2030. El tabaco sigue provocando 54.000 muertes al año en el Estado español.
No obstante, el CNPT hace un balance positivo del vigésimo aniversario de la firma del Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que entró en vigor en 2005.
Esta organización reclama más medidas, como el aumento del precio de la cajetilla, la ampliación de los espacios sin humo, la implantación del empaquetado neutro vigente ya en casi una veintena de países o la equiparación al alza de la fiscalidad de todos los productos del tabaco incluidos los cigarrillos electrónicos y vapeadores.
El presidente del CNPT y coordinador del Grupo de Tabaquismo de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) pone el foco también en el impacto de los nuevos productos de consumo de tabaco y nicotina, sobre todo entre los más jóvenes.
Para Zamorano, los vapeadores son la puerta de entrada al consumo de tabaco y, "lejos de reducir riesgos, los multiplican, porque en más del 60% de los casos se acaba produciendo un consumo dual de cigarrillo electrónico y tabaco de combustión".