Vida y estilo

El cráter Batagaika, conocido como la Puerta al Infierno, no deja de crecer

Esta fractura gigantesca en Siberia se expande 1.000 metros cúbicos anuales por el derretimiento del permafrost
El cráter Batagaika sigue creciendo sin descanso. / Google Maps

Glaciares derretidos, volcanes en erupción, fracturas en la tierra... las catástrofes naturales se van acumulando. Y es que hemos pasado de vivir en el auténtico Paraíso a observar el incontrolable crecimiento de la "Puerta al Infierno". Este cráter inmenso está en la cordillera Chersky en la República administrativa de Sakha, Rusia, y adquiere el nombre del río Batagayka. Así, la denominación de este afluente del río Yana también describe esta depresión termokarst. Recordemos que el termokarst se trata de una superficie pantanosa irregular y formada por pequeñas colinas causadas por el deshielo de permafrost.

Expansión del cráter Batagaika Observatorio de la Tierra de la NASA

El permafrost, de hielo a agua

Una reciente investigación sobre el cráter revela que la puerta al inframundo se está abriendo poco a poco, y en un ritmo que no deja de aumentar: un millón de metros cúbicos al año. Esta estimación realizada por varios institutos alemanes y rusos se basa en un modelo 3D del deshielo histórico del permafrost creado con sensores remotos de alta resolución, modelos de estructuras geológicas y datos de campo. De esta forma, han podido determinar cuánto y qué materiales han escapado de esta capa de suelo permanentemente congelado, pero no con hielo o nieve.

Desde su descubrimiento en la década de 1960 hasta hoy, ha pasado de ser un pequeño agujero a una fractura que mide alrededor de 1 km de largo y 800 metros de ancho en su punto más ancho. Es más, esa medida va a ir en aumento porque su ritmo de expansión se está acelerando. Ese acelerón es consecuencia de la deforestación y el cambio climático que han destruido el "aislante" que protegía el permafrost del sol, convirtiendo este paraje siberiano en una depresión gigante.

Una gran fuente de información

Esta capa de permafrost ofrece indicios que permiten a los científicos descifrar no solo cómo eran los climas, la vegetación y la fauna en el pasado, sino también cómo cambiará o será en el futuro. Entonces, el cráter Batagaika es un claro recordatorio de los efectos del cambio climático“Cada año se liberan entre 4.000 y 5.000 toneladas de carbono orgánico previamente bloqueado por el permafrost del cráter", señalan los autores del estudio publicado en la revista Geomorphology.

Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, el permafrost del norte acumula hasta 1.600 millones de toneladas métricas de carbono orgánico, el doble de lo que hoy por hoy hay en la atmósfera. Teniendo en cuenta que el deshielo del permafrost libera gases de efecto invernadero como el metano y el dióxido de carbono a la atmósfera, lo que contribuye al calentamiento global y de nuevo al deshielo, el círculo vicioso (retroalimentación positiva) que se crea podría traducirse en un aumento del número de accidentes geográficos parecidos.

Otros cráteres siberianos

Si bien el Batagaika es el cráter más grande, hay otros siete agujeros similares en Siberia. Ubicados en la región de Yamalo-Nenetsky, los científicos explican que su creación se debe al derretimiento del hielo subterráneo del permafrost. Sin embargo, existen teoría alternativas que atribuyen el mérito de rodear uno de esos cráteres con 20 más pequeños en un anillo al cambio climático, a meteoritos e incluso a extraterrestres. Además, dos de las siete fracturas se han transformado en lagos.

22/06/2024