Hace varias semanas ya que está claro que el futuro de José Luis Mato está llamado a convertirse en el gran culebrón del verano futbolístico albiazul. Joselu es una pieza fundamental en los esquemas del Deportivo Alavés pero su notable rendimiento de las dos últimas temporadas ni mucho menos ha pasado desapercibido para conjuntos de mayor potencial económico y pedigrí. Y es precisamente uno de ellos, el Sevilla, el que parece empeñado en romper la idílica pareja que hasta hace no demasiado formaban el gallego y la entidad del Paseo de Cervantes.
Los meses de verano se convierten año tras año en el caldo de cultivo ideal de extenuantes negociaciones en las que, como suele decirse del amor y la guerra, prácticamente todo vale. El mejor ejemplo es lo que está sucediendo con el todavía ariete albiazul, que ha elevado varios puntos el nivel de la ya alta tensión existente con el club con su posible salida como telón de fondo. Uno de los representantes del nueve ha echado una ingente cantidad de leña al fuego con unas declaraciones al medio de comunicación sevillano Estadio deportivo y, como inevitable consecuencia, la situación se ha calentado hasta alcanzar casi el punto de ebullición.
Y es que en sus manifestaciones públicas José Redondo (MRH Football Agency) asegura que Joselu –que se ejercita con normalidad a las órdenes de Javi Calleja pero no ha participado en ninguno de los dos amistosos que ha disputado hasta ahora el equipo– se siente "secuestrado" por el Deportivo Alavés. Una definición extremadamente contundente de una situación que entra dentro de la más absoluta normalidad en los siempre intensos mercados veraniegos.
"Hace mucho tiempo que el club conoce cuál es el deseo de Joselu. El chico ya le trasladó a la dirección deportiva y al entrenador cuál es el club en el que quiere jugar el próximo año. Todos lo saben. El jugador se siente secuestrado en un proyecto en el que no confía desde hace mucho tiempo y del que no se siente partícipe. La dirección deportiva y el entrenador lo saben. Cuando llega una oportunidad de un club tan grande como el Sevilla no se puede desaprovechar; un equipo que juega Champions y que está entre los mejores de Europa... No se puede dejar pasar algo así, se despachó el representante de Joselu en las páginas del diario sevillano.
Unas palabras que, como era de esperar, han hecho arder la pólvora en las oficinas del Paseo de Cervantes y a las que rápidamente ha llegado una contundente respuesta a través de un comunicado oficial. En su nota, el Alavés recuerda que "Joselu Mato a fecha actual cuenta con un contrato en vigor con la entidad, el cual finaliza el próximo 30 de junio, sin perjuicio de la posibilidad de prórroga del mismo en función del cumplimiento de una serie de condiciones en dicho contrato establecidas".
Un vínculo que fue rubricado por ambas partes "de manera libre y voluntaria" aceptando todas las cláusulas y compromisos que incluye y que el club ha cumplido escrupulosamente hasta el momento. Motivo que unido al "importante desembolso" económico que supuso su llegada a Vitoria y la gran "apuesta deportiva" exige "el máximo respeto por parte del jugador y de sus agentes tanto al propio club como a toda nuestra afición".
Por último, los máximos responsables del Glorioso recuerdan que tanto la "legislación laboral deportiva como el propio contrato vigente contemplan la posibilidad de su rescisión unilateral por parte del jugador, previo abono de la correspondiente cláusula de rescisión" y advierten de que no cesarán "en la defensa" de sus "legítimos intereses" y en la "exigencia del respeto que, como club y como afición, se merece el Deportivo Alavés".
Queda claro, en definitiva, que el clima de la negociación entre la entidad albiazul, el Sevilla y el propio Joselu se ha enturbiado definitivamente. Aunque, como en tantos ocasiones precedentes ha demostrado el fútbol, no hay casi nada en el balompié profesional que no se arregle con una buena suma de euros. La que permitiría que el delantero gallego cambie el frío de Vitoria por el sol del Pizjuán.