Basta con dar un paseo por Salburua y las balsas para ver la cantidad de cigüeñas que habitan en la capital alavesa. ¿Os acordáis cuando hace 20 años sólo había una pareja de cigüeñas en Gamarra?
Además de escuchar el peculiar sonido que hacen con el pico (crotoreo), es posible verlas con ramos y palos en el pico dirigiéndose hacia el árbol elegido para construir su nido en los humedales de la capital alavesa.
Hay muchas parejas que no migran a África. Y es que su adaptación a Vitoria ha sido tal que les permite alimentarse incluso en invierno, y por lo tanto permanecen todo el año en el lugar de nidificación.
Muy cerca de las balsas de Salburua, hay una pareja que ha decidido otro lugar diferente a los árboles para ir haciendo el nido donde criar.
Y en su objetivo por conseguir el mejor lugar para poner sus huevos e incubarlos han comenzado a colocar palos sobre una nave industrial situada en la calle Elgoibar de la capital alavesa, más concretamente en la antena que hay en el tejado.
Acarrear material y entrecruzar ramas
Además de acarrear el material hasta el nido, las cigüeñas tienen que hacer su casa colocando y entrecruzando ramas para formar una estructura sólida y acogedora con el objetivo de proteger los huevos y los polluelos del frío, y proteger a los adultos durante la incubación.
El nido se sitúa con frecuencia en todo tipo de construcciones, desde iglesias hasta depósitos de agua, chimeneas, torretas de electricidad y antenas, sin olvidar transformadores eléctricos, casas de campo, ruinas y edificios, aunque son muchas las parejas de cigüeñas que eligen los árboles.