El déficit conjunto de las distintas administraciones públicas que operan en Euskadi cayó en un 1,2% en 2022. Una caída modesta, de apenas 37 millones de euros –en total fue de 2.972 millones–, pero que encuentra su valor en el hecho de que se produjo en un año en el que la economía vasca retomó su senda habitual tras dejar atrás los efectos más duros de la pandemia, y, además, se enfrentó a las consecuencias de la alta inflación desatada a partir del segundo trimestre de 2022.
Según informó ayer miércoles el Eustat, el descenso del déficit de todo el conglomerado público (Administraciones Vascas, Administración del Estado Territorializada y Seguridad Social Territorializada) fue resultado del incremento de los recursos no financieros en un 7,5% –2.274 millones más–, mientras los empleos no financieros crecieron un 6,7%, un aumento de 2.237 millones. Como resultado, el saldo mejoró en 37 millones, situándose en 2.972 millones de euros. Los recursos no financieros que más crecieron fueron los pagos por producción fuera de mercado (+32,5), otras transferencias corrientes (+26,6%), los impuestos de producción (+9,7%) y los Impuestos sobre la Renta y Patrimonio, entre otros, crecieron un 8%, hasta los 8.650 millones en total, lo que representó el 26,5% de los recursos. Las diversas administraciones vascas (Gobierno vasco, diputaciones forales, entes municipales y entidades dependientes sectorizadas como Administración Pública) empeoraron su saldo, al pasar de tener un superávit de 1.074 millones en 2021, a tener un déficit de 465 millones en 2022. “El alto superávit de 2021 se originó, en parte, por las transferencias recibidas destinadas a financiar medidas covid”, recordó el Eustat.
El conjunto de organismos pertenecientes a Lakua empeoró su saldo en 646 millones euros, pasando de un saldo positivo de 626 millones de euros en 2021 a un saldo negativo de 19 millones en 2022. Por Territorios Históricos, las administraciones forales y municipales de Araba registraron un saldo positivo de 57 millones , 35 millones menos que el año anterior. Bizkaia mejoró su superávit de 136 millones en 2021 a 201 millones en 2022, al igual que Gipuzkoa (de 220 millones a 226).
En lo que se refiere a la partida de gastos en las administraciones vascas, la remuneración de asalariados, que representa uno de cada cuatro euros, creció un 8,8%, hasta los 8.891 millones de euros. El consumo intermedio creció un 5,5%, hasta situarse en 4.835 millones (13,6%). También experimentaron fuertes crecimientos las operaciones de capital (formación bruta, transferencias a pagar y adquisiciones de otros activos) que aumentaron un 26,6% y supusieron el 7,2% (2.582 millones).
Por su parte, la Administración Territorializada (Estado más Seguridad Social) mejoró su saldo en 646 millones, pasando de tener un déficit de 4.083 millones en 2021 a 3.437 en 2022. La Seguridad Social Territorializada registró gastos por 13.344 millones de euros, frente a un total de recursos de 10.275 millones. El saldo negativo fue de 3.069 millones, 379 millones menos que el año anterior. Los recursos no financieros crecieron un 5,1% debido al aumento de las cotizaciones sociales.
BALANCE
Superávit mayo. Euskadi cerró el quinto mes del año con un superávit de 384 millones, lo que supone el 0,42% de su PIB, según los datos de ejecución presupuestaria publicados por el Ministerio de Hacienda, siendo la única comunidad con superávit. En el mismo mes de 2023, el superávit vasco fue de 9 millones, un 0,01% de su PIB. Por su parte, el déficit del Estado se ha situado en los seis primeros meses del año en 18.709 millones de euros, lo que supone una reducción del 23,7% respecto a los 24.516 millones registrados en junio de 2023.