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El Departamento de Educación creará el Consejo de la Escuela Pública Vasca y un ‘laboratorio’ por la diversidad en las aulas

El Gobierno vasco ultima la puesta en marcha de Hezilab y Bizilab, dos centros de innovación pedagógica y convivencia positiva e inclusión
El lehendakari y la consejera de Educación, Begoña Pedrosa, en la apertura del curso 2024-2025.
El lehendakari y la consejera de Educación, Begoña Pedrosa, en la apertura del curso 2024-2025. / Jose Ignacio Unanue

El Departamento de Educación despidió el año 2024 o ha arrancado 2025 –según se mire– apretando el acelerador para desarrollar en su integridad la Ley Vasca de Educación que entró en vigor en febrero del año pasado. El Gabinete que dirige Begoña Pedrosa ha sometido a exposición pública el decreto para crear el Consejo de la Escuela Pública Vasca “una herramienta clave” para garantizar la participación de los diferentes agentes educativos en la gobernanza del sistema educativo público vasco. La puesta en marcha de este nuevo órgano viene a subsanar la ausencia de un órgano que articule” de manera específica” esta función en el marco del Sistema Educativo Vasco.

Según argumenta Educación, la falta de un espacio formal de representación “limita la capacidad de los centros educativos públicos para canalizar sus necesidades, propuestas y evaluaciones hacia las instituciones educativas”. Y en consecuencia, “afecta tanto la cohesión interna del sistema como la calidad y equidad en la prestación del servicio público educativo”. El Consejo de la Escuela Pública Vasca se concibe como un órgano de “participación” y “asesoramiento” en el ámbito de la educación pública.

PARLAMENTO DEL SERVICIOS VASCO DE EDUCACIÓN

A la espera de recoger todo tipo de aportaciones, el decreto fijará la composición, estructura y funciones del Consejo para garantizar la representación de todos los agentes implicados en la educación pública, “incluyendo alumnado, familias, docentes, personal no docente y entidades locales”. El nuevo órgano será un foro en el que se fomentará “la colaboración y el intercambio de ideas y propuestas entre los centros educativos públicos, fortaleciendo su integración en el entorno social y territorial”. Además, busca promover la calidad, equidad y sostenibilidad del sistema educativo público “a través de la participación activa y coordinada de los distintos actores”.

Asimismo, articulará mecanismos que permitan recoger “las recomendaciones y propuestas de este Consejo para su consideración en la planificación y toma de decisiones educativas”. Educación defiende la vía abierta porque pese a que la creación del Consejo de la Escuela Pública Vasca podría abordarse mediante “acuerdos o convenios” con las partes interesadas, esta alternativa “carecería de la solidez jurídica y formal necesaria para garantizar su continuidad y operatividad”. En este sentido, Educación señala que la ausencia de un marco normativo específico “limitaría su capacidad de intervención efectiva en la gobernanza del sistema educativo público, lo que dificultaría el cumplimiento de los principios establecidos en la Ley de Educación Vasca en cuanto a participación, representatividad y transparencia”. De alguna manera, este nuevo órgano viene a sustituir al Consejo Escolar de Euskadi que desde que se creó en 1989 ha dado voz a la comunidad escolar y a otros miembros de prestigio de la sociedad vasca: sindicatos, alumnado, profesorado, patronales de la red concertada, Consejo de la Juventud, Universidad del País Vasco, Ampas, Colegios Pedagógicos, representantes de EUDEL, etc.

DECRETO AUTONOMÍA DE CENTROS

Por otro lado, el 26 de diciembre la consejera Pedrosa firmó la orden para abrir el debate público sobre el decreto que regulará la autonomía de los centros. Con esta norma, se pretende articular “la planificación estratégica del sistema con la práctica de los centros, garantizar la eficiencia en la organización de recursos y fomentar un liderazgo efectivo que permita a los equipos directivos gestionar de manera responsable y transparente”. Es una oportunidad, dice Educación, para “fortalecer” la capacidad de los centros de adaptarse a su realidad, promover la innovación pedagógica y mejorar la calidad y equidad educativa. Además, permite consolidar “una gobernanza colaborativa y avanzar hacia un sistema más transparente, eficiente y evaluable”.

Más avanzada está la creación del Centro de Innovación para el Aprendizaje (Hezilab) que asumirá de alguna manera las funciones que hasta ahora están desarrollando los berri-tzegunes. Según el borrador del decreto –al que ha tenido acceso este periódico– los profesionales de Hezilab impulsarán “las mejoras pedagógicas y la investigación” en el ámbito de la educación y la innovación educativa. Además, serán los encargados de “formar y asesorar” al profesorado en las últimas metodologías y tecnologías. Por último, avanzarán en “nuevos entornos presenciales y digitales” que mejoren la enseñanza. Hezilab tendrá un órgano gemelo, pero en materia de convivencia y atención a la creciente diversidad que hay en las aulas.

HEZILAB Y BIZILAB

Tras analizar las aportaciones de los agentes educativos, el Departamento está dando los últimos retoques al decreto por el que se constituirá el Centro para el Desarrollo de la Inclusión, la Convivencia y la Gestión de la Diversidad (Bizilab). Este nuevo laboratorio tendrá una sede principal ubicada en Bilbao y seis sedes ubicadas en Durango, Leioa, Barakaldo, Donostia, Zarautz y Gasteiz. En la exposición de motivos del nuevo decreto, Educación defiende la creación de Bizilab porque los cambios sociales de las últimas décadas han generado nuevas necesidades para responder a los retos educativos. Entre estos, el decreto alude a la convivencia positiva como “eje prioritario”; los flujos migratorios que “han cambiado la sociología de los centros educativos”; o la interculturalidad y la gestión de la diversidad debido, en muchos casos, a detección de distintas patologías a edades cada vez más tempranas. Y aunque no se trata de un problema nuevo, Bizilab también trabajará para combatir el acoso escolar.

Entre otras funciones, Bizilab propiciará la adquisición de competencias orientadas “al bienestar emocional” de toda la comunidad educativa, desde un clima de aula que genere seguridad y confianza entre el alumnado y el profesorado. Impulsará el modelo de escuela coeducativa. Además se encargará de asegurar el acceso, permanencia, progreso y acreditación de todo el alumnado, incluyendo al de reciente incorporación y el perteneciente a las familias de origen extranjero o en situación de vulnerabilidad “en un espacio en el que la convivencia sea entorno, clima y sustento del desarrollo personal, social y académico”. l

2025-01-03T17:03:03+01:00
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