EL Surne Bilbao Basket se ha cogido unos días libres para recargar pilas ante lo que le espera en el mes de marzo. La semana que viene aún será de parón competitivo por las ventanas FIBA, pero después los hombres de negro tendrán que afrontar siete partidos en veintiún días. El reto no será sencillo porque ese tramo del calendario de marzo incluye en la Liga Endesa tres visitas muy duras al Gran Canaria, el Real Madrid y el Baskonia y el duelo en casa ante el Girona. Entre medias, en tres martes consecutivos el equipo de Jaume Ponsarnau se jugará su futuro en la Basketball Champions League con partidos en Miribilla ante el Tenerife y el Murcia y una salida a Estambul.
El conjunto vizcaino quiere intentar optar a retos mayores ya que ha llegado a esta segunda interrupción con nueve triunfos y once derrotas y su posición en la liga es muy desahogada en cuanto al objetivo principal de la permanencia. Evidentemente, eso supone tratar de alcanzar el play-off, más cerca a simple vista de lo que en realidad está. El Bilbao Basket tiene a estas alturas una victoria menos que la pasada temporada, pero está a la misma distancia, un partido, de la octava posición. Un triple empate con el Breogán y el Murcia le permitió entonces acabar noveno tras quedarse a una bandeja de la octava posición. Ahora, las dos derrotas que ya acumula ante el Obradoiro, que le saca un triunfo, pesan bastante y esto significa que debería ganar al menos siete u ocho de los catorce partidos que le quedan para aspirar a meter la cabeza en un reparto de plazas que, normalmente, se presenta poco accesible para clubes como el Bilbao Basket.
OCHO CASI INFALIBLES
Porque los ocho equipos que están en la Copa de Badalona son los ocho que, apoyados en su ventaja presupuestaria, en las últimas nueve temporadas más veces han jugado el play-off por el título. Incluyendo la campaña 2019-20 que se cortó por la pandemia y teniendo en cuenta los equipos que entonces estaban entre los ocho primeros, el Barça, el Real Madrid, el Valencia Basket y el Baskonia no han fallado nunca: 9 de 9. Luego, están el Gran Canaria, con siete presencias entre los ocho mejores; el Unicaja, con seis; y el Tenerife, con cinco.
Para los demás, suelen quedar las migajas, intentar explotar el factor sorpresa, como el pasado curso ocurrió con el Manresa o hace tres con el propio Bilbao Basket. Los catalanes se han colado dos veces en este tiempo en ese selectísimo grupo y los vizcainos, otras dos. El Andorra y el Zaragoza, tres veces, y el Burgos, el Murcia, el Fuenlabrada y el Cajasol, con una cada uno, son los otros equipos que han disputado el play-off desde la temporada 2013-14. En total, dieciséis han logrado prolongar sus temporadas y ese es el desafío que se plantean los hombres de negro ahora que han alcanzado eso que se llama tierra de nadie y que es el destino que quieren alcanzar la mayoría de los equipos que miran con envidia a os poderosos.
Los dos conjuntos gallegos y el Valencia Basket están ahora mismo a una victoria del Bilbao Basket ya que el Gran Canaria, a tres triunfos de distancia en la séptima plaza, parece demasiado alejado. Resulta demasiado optimista pensar que los de Álex Mumbrú vayan a flojear tanto como para dejar su sitio vacante y por eso suena mucho más realista apuntar que el objetivo de los de Ponsarnau tiene que ser conservar una plaza entre los doce primeros, que le permitiría optar de nuevo a una plaza en Europa. Para ello, el mes de marzo y cómo salgan de él física y mentalmente será determinante. l