La destrucción de la presa de Nova Kajovka, en territorio ucraniano ocupado por Rusia en la provincia sureña de Jersón, ha empezado a provocar las primeras inundaciones en pueblos de la zona, según muestran varios vídeos publicados por cuentas de las autoridades ucranianas en redes sociales.
Según el Ministerio del Interior ucraniano, el desbordamiento por la destrucción de la Central Hidroeléctrica de Nova Kajovka -de la que Rusia y Ucrania se acusan mutuamente- podría afectar hasta a 80 localidades de la región, la mayoría de ellas situadas en territorio ocupado por las fuerzas rusas.
Un total de 742 personas han sido evacuadas hasta el momento de la zonas afectadas, según el ministro del Interior de Ucrania, Igor Klymenko.
La Administración Militar ucraniana de la zona ha cifrado en 16.000 el número de personas que viven en la "zona crítica" más expuesta a las inundaciones.
La cifra no incluye a los habitantes del territorio controlado por Rusia en el margen oriental de río Dniéper, en el que está la presa y que parte en dos la provincia de Jersón.
Ucrania y Rusia se acusan mutuamente
Ucrania y Rusia se han acusado mutuamente de destruir la presa de la central hidroeléctrica de Kajovka, en el río Dniéper, a 60 kilómetros de la ciudad de Jersón, que ha comenzado a inundar las inmediaciones de la región.
El Mando Sur de las Fuerzas Armadas de Ucrania ha informado de la destrucción de la infraestructura por parte del Kremlin y ha indicado que está investigando la magnitud del daño, así como la velocidad y la cantidad de agua que afectarían a las zonas probables de inundación.
El alcalde de Nueva Kajovka, Vladimir Leontiev, ha confirmado ataques nocturnos a la central por parte de las tropas ucranianas, que habrían destruido las válvulas, por lo que "el agua del embalse comenzó a descarga incontrolablemente río abajo". Minutos antes, Moscú informó de que la presa se había derrumbado "debido a los daños", negando los ataques como causa de la destrucción de la presa, según la agencia rusa TASS.
Leontiev ha declarado que las autoridades locales están trabajando para "las peores consecuencias", aunque ha señalado que el nivel del agua ha subido pero "hasta ahora, no hay necesidad de evacuar a los civiles". Asimismo, ha denunciado que esto "es un acto terrorista muy serio", por lo que "estudiarán las consecuencias".
Reunión de urgencia
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha convocado una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad Nacional de Ucrania en relación con la explosión de la presa, según ha indicado el secretario del Servicio de Seguridad ucraniano, Oleksiy Danilov.
El jefe de la Presidencia ucraniana, Andrei Yermak, ha manifestado que este "crimen de guerra de los terroristas rusos" constituye el delito de "ecocidio". "Los rusos serán responsables de la posible privación de agua potable para las personas en el sur de la región de Jersón y Crimea, la posible destrucción de algunos asentamientos y la biosfera", ha explicado.
Peligro en Zaporiyia
Asimismo, ha alertado de que este incidente representa una amenaza para la central nuclear de Zaporiyia. Por ello, ha remarcado que hoy "la seguridad de las personas es una prioridad".
Zelenski acusó hace meses a las fuerzas rusas --que controlan la infraestructura desde principios de la invasión-- de colocar minas en las instalaciones con la intención de provocar una catastrófica inundación en las comunidades cercanas con el fin de frenar el avance de las fuerzas de Kiev.
Por su parte, los servicios de Emergencia rusos también han denunciado ataques ucranianos con misiles contra la prensa, que, sin embargo, no causaron graves daños.