El desconsuelo de Nico Williams

Angustia y aflicción profunda por falta de consuelo. Así reza la primera acepción de la definición del desconsuelo, sensación de pronunciada amargura y malestar con la que, sin duda, abandonó San Mamés un desafortunado, pero arropado Nico Williams, que vivió su noche más dura como león desde su debut oficial el 28 de abril de 2021 contra el Valladolid en ‘La Catedral’. Cerca de dos años después, en el mismo escenario, el joven extremo rojiblanco lamentó especialmente no alcanzar una final de Copa que tuvo en sus botas por partida doble.

De dos clamorosas ocasiones de gol, no en vano, dispuso el menor de los Williams para hacer el 2-0 en la segunda mitad. En ninguna de ellas acertó el iruindarra. En la primera de ellas, en el minuto 70, la tuvo a pase de su hermano. Firmó una cabalgada marca de la casa Iñaki por la banda derecha para conectar un medido pase al segundo palo, donde emergió Nico libre de marca para encarar a Sergio Herrera. La parroquia rojiblanca se frotó las manos y se dispuso a celebrar el 2-0, pero Nico, en plena carrera, disparó excesivamente alto para mandar al limbo una manifiesta ocasión de gol que hizo respirar aliviados a los seguidores rojillos que se desplazaron hasta San Mamés.

Se echó las manos a la cabeza el menor de los Williams, que no dejó de pelear. Anoche lo intentó sin cesar y el destino quiso que volviera a tener en sus botas el gol que pudo dar el pase a la final al Athletic. Ocurrió en el minuto 86, con el envite cerca de alcanzar el tiempo suplementario. Disparó esta vez Raúl García con potencia, repelió como pudo Sergio Herrera y en el rechace, de nuevo sin oposición, Nico volvió a mandar el balón a las nubes. Se desató la desesperación en las gradas, pero reaccionó inmediatamente la afición bilbaina al grito de “Nico, Nico” a sabiendas de que el navarro, desconsolado para entonces, necesitaba más que nunca un aliento que también quiso darle su hermano Iñaki, que corrió a su encuentro para levantarle el ánimo.

Llegó la prórroga y en ella, al paso del minuto 99, Nico dejó cabizbajo su lugar en el campo a Alex Berenguer tras recibir el consuelo de Ernesto Valverde, quien al término del choque expuso respecto a Nico que “es un jugador joven, todavía tiene que aprender, asentarse y tener un poco más de calma en determinadas situaciones para definir mejor. Es todo un proceso, porque uno no lo sabe todo a los 20 años y según va pasando la carrera uno va definiendo mejor y sabiendo más cosas. Supongo que pasa en todas las profesiones”.

El calor de Iñaki

Su hermano Iñaki Williams, por su parte, hizo una sentida reflexión al destacar que “esto es fútbol, a mí más que nadie en muchos momentos y partidos me ha tocado fallar y sé por lo que puede estar pasando mi hermano. En un partido tan decisivo como este duele más fallar ocasiones, pero en la vida se pierde más que se gana y no queda otra que seguir trabajando y esforzándote. Mi hermano tiene mucho futuro y hay que pasar este mal trago unidos para tirar hacia adelante”.

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