La pasión de Ana Palencia es crear un futuro mejor cada día y tiene la fortuna de que “mi labor diaria le ayuda a conseguirlo”, dice sonriente, al tiempo que reconoce que “el estilo de vida sostenible es clave para envejecer con calidad” y que reduciendo emisiones de CO₂, se aminora su impacto en la salud.
QUIÉN ES
Ana Palencia (Viladecans, 1967) es licenciada en Ciencias Químicas- Bioquímica, con Doctorado en Nutrición y Metabolismo. DEA (2006). En Unilever Foods-España ha sido responsable de nutrición y servicio de atención al consumidor desde el año 2001 a 2006, cuando fue promocionada como directora de Comunicación Corporativa y Sostenibilidad en España. Es miembro del Consejo Rector y Patronato de la UPF-BSM, y presidenta del Comité de Comunicación de FIAB (Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas).
Teniendo en cuenta que las empresas están para vender productos y obtener beneficios. ¿Qué papel juega la sostenibilidad en Unilever?
El que las empresas estemos para vender productos y obtener beneficios forma parte de la historia, porque los consumidores hemos cambiado y ahora queremos fidelizarnos y comprar aquellas marcas o servicios que se preocupan por cuidar el planeta y el bienestar de la sociedad. Estamos más concienciados de nuestra contribución para crear un futuro mejor y para ello elaboramos productos que promueven un estilo de vida sostenible. Tenemos evidencia suficiente para poder decir que las marcas que tienen propósito de sostenibilidad crecen y perduran, porque las eligen más los consumidores y atraemos más talento.
En el mismo plano de la sostenibilidad, ¿qué papel juega el uso de productos cercanos?
Las cuatro grandes prioridades de nuestro grupo en sostenibilidad son: clima, naturaleza, plástico y ayuda a las comunidades locales; por eso el uso de productos cercanos se convierte en parte esencial de nuestra estrategia empresarial. Comprar productos cercanos ayuda, por una parte, a reducir nuestra huella de carbono al disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas al transporte y, por otra, se apoya a las economías locales donde operamos. Por ejemplo, en Extremadura, donde cultivamos nuestros tomates de manera sostenible y regenerativa, trabajando estrechamente con los agricultores locales, quienes implementan prácticas agrícolas sostenibles. Parte de la producción de estos tomates luego se utiliza para fabricar nuestro Ketchup Hellmann´s en la planta de Leioa (Bizkaia).
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Esta primavera han presentado tanques de 1.000 litros de mayonesa para grandes cadenas alimentarias y de comida preparada. ¿Qué ventajas tienen para la solución ecológica?
Otra prioridad de la empresa es reducir el uso de plástico y minimizar así su impacto ambiental, siendo un punto clave el promover la economía circular mediante la reutilización y el reciclaje de esos plásticos. El tanque de 1.000 litros, conocido como palecón, reduce el uso de plástico en un 85%, ya que sustituye a 200 cubos de mayonesa del formato de 5 litros, lo cual equivale a una reducción de 93 toneladas de plástico virgen al año; así como una reducción de 325 toneladas anuales de emisiones de CO₂.
La salud depende de muchos factores, uno de ellos es el entorno. ¿Bajo este prisma de salud y bienestar humano qué pasos se dan para reducir el uso de plásticos y su reutilización?
Llevamos varios años trabajando arduamente para crear una economía circular para los envases de plástico. Dada la magnitud de este desafío, estamos utilizando nuestras capacidades de innovación para encontrar soluciones nuevas y escalables. Tenemos un firme compromiso con la sostenibilidad y la salud del planeta, y por eso promovemos prácticas saludables en toda nuestra cadena de valor, es decir, desde cómo los proveedores fabrican las materias primas y envases que utilizamos en nuestros productos, cómo los fabricamos, distribuimos, cómo el consumidor hace uso de ellos y cómo finalmente elimina los residuos de envases que haya generado. La cantidad de residuos plásticos a nivel mundial casi se triplicará para 2060, por lo que algo tiene que cambiar. Entre nuestros compromisos se hallan el reducir nuestra huella de plástico en un 40% para 2028 y que el 100% de nuestros envases plásticos sean reutilizables, reciclables o compostables en el año 2030.
¿Y reducir también los vertidos de CO₂?
Queremos lograr cero emisiones netas de CO₂ en toda nuestra cadena de valor en 2039. A finales del 2023 ya conseguimos una reducción de 52,86% sobre el total de emisiones. Los beneficios de estos compromisos para la salud del planeta y de las personas son claros. Si reducimos el uso de plástico virgen y aumentamos el reciclaje, disminuyen los residuos plásticos que pueden acabar en el vertedero y en los mares, protegiendo de este modo la vida marina; reducimos la demanda de recursos naturales como el petróleo, ayudamos a mitigar el cambio climático, protegemos la biodiversidad y los hábitats naturales, etc…, ayudando a crear un futuro más sostenible y saludable para todas las personas. No sólo la salud es clave para envejecer con calidad de vida, seguir un estilo de vida sostenible es fundamental para conseguir que así sea.
Todos los cambios productivos tienen costes. ¿Qué implica tomar en consideración máxima el factor salud y bienestar de los consumidores?
En sostenibilidad el coste de la inacción es superior al coste de la acción. Respecto a tomar en consideración máxima el factor salud y bienestar de los consumidores, cada vez más exigentes y responsables, implica tenerlos siempre presentes en el corazón de todo lo que hacemos, dado que nos debemos a ellos. Diría que lo más importante es invertir en innovación de manera continua, desarrollando productos saludables y procesos eficientes y sostenibles, que a la larga pueden ser menos costosos. Destinamos 1.000 millones de euros a un fondo (Climate&Nature Fund) para iniciativas de sostenibilidad que pueden ayudar a reducir emisiones de CO₂, y así reducimos el impacto en la salud y el bienestar de los consumidores (enfermedades respiratorias y cardiovasculares, estrés térmico, ansiedad y estrés producida por los desastres naturales, etc…).
“ El estilo de vida sostenible es clave para envejecer con calidad ”
¿Qué supone que las empresas se empeñen en reducir el consumo de agua, de gas, de electricidad y aumenten la autogeneración de energía renovable?
A nivel medioambiental, ayuda a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y al cumplimiento de nuestros objetivos en la lucha contra el cambio climático; pero en términos de costes, la mayoría de las empresas ya tienen evidencia de cómo la autogeneración de energía, especialmente la de fuentes renovables, ayuda a disminuir la dependencia de la red eléctrica y consecuentemente a estar más protegidos contras las fluctuaciones de precios. El 10% de nuestra red eléctrica en España, y en toda Europa, procede de fuentes renovables. Esto pasa por el uso de energía eólica, hidroeléctrica y solar.
En salud, ¿los beneficios a la larga de reducir, reciclar y reutilizar plásticos es un factor importante en la producción sostenible de bienes de consumo para alimentación?
En un planeta que ya supera 8.000 millones de habitantes con previsión de que siga creciendo hasta la segunda mitad de este siglo, la mentalidad del usar y tirar no puede durar para siempre y tiene que pasar a la historia; las compañías de gran consumo (tanto para alimentación, como para productos de higiene, cuidado personal, etc…) hemos de ayudar a este cambio, por lo que es preciso implementar cuanto antes estrategias de reducción, reciclaje y reutilización de plásticos y otros materiales.
¿Qué otras estrategias se pueden utilizar en empresas de alimentación?
Tenemos integrada la sostenibilidad en el modelo de negocio y esto lo hacemos a través de nuestras marcas con propósito, que definimos como aquellas que marcan la diferencia a nivel social o medioambiental de manera que es relevante para la marca y motivante para los consumidores. Las marcas con propósito crecen el doble, por eso es importante definir y desarrollar el propósito en las marcas. Para hacerlo siempre han de dar respuesta a uno de los grandes retos del planeta. Cada año se tiran 900 millones de toneladas de alimentos y el 60% del desperdicio alimentario procede de nuestras casas. Para 2030 se espera que sean 2100 millones de toneladas de comida perdida en el mundo. Esto causa, según la ONU, el 10% de los gases de efecto invernadero; solo con la pérdida en EEUU y Europa podríamos alimentar a un 25% de la población hambrienta en el mundo. Motivos más que suficientes para que nos pongamos en acción.
¿La colaboración público-privada para incentivar la investigación sobre estos aspectos es algo a fortalecer?
Hay que aumentar y fortalecer este tipo de alianzas. Esto me lleva a pensar en el objetivo de desarrollo sostenible número 17: ODS17 de la agenda 2030, el de las alianzas estratégicas, que nuestra compañía tiene muy presente en la manera de trabajar y ser exitosos en la consecución de nuestros objetivos de lograr crear entre todos un futuro mejor para todos. Estas alianzas deben desarrollarse bajo los mismos principios y valores y tener objetivos comunes, y ¿quién no tiene el objetivo de cuidar de nuestro planeta y de sus recursos para que lo podamos disfrutar tanto nosotros como las generaciones venideras, personas a las que amamos y deseamos que tengan una vida feliz, sana y plena?