A los diferentes sectores de la cadena alimentaria la música de la ley que busca evitar el despilfarro de alimentos les suena bien. Empezando por la restauración. Cada vez son más los restaurantes que ofrecen al cliente la posibilidad de llevarse la comida o bebida que ha pagado y no ha consumido.
Es el caso de la Bodeguilla del 12. Ainara González aplaude la medida pero recuerda que para ellos también tiene coste el disponer de envases. En cualquier caso asegura que esta práctica no es nueva para ellos pero sí cree que esta ley ayudará a que el cliente se anime a pedirlo. "Es verdad que nos da vergüenza. Hay que perderla ya y esta ley yo creo que ayudará. Estamos para vender pero no para tirar ni engañar a nadie", afirma. "El desperdicio es un coste así que espero que esta ley nos ayude", subraya.
Para Fede Pacha, cocinero y gestor del comedor de la empresa Orona que reparte 500 menús diarios, no es nada nuevo y de hecho, cree que no será difícil que cale en la sociedad. "Creo que no hay mucho desperdicio de comida. Donde más se tira es en casa. Tirar alimentos es tirar dinero. Hacemos de todo para no tirar.
Recuerda además que hay tres maneras de reciclar: consumo humano, producir piensos y compostar. "Tengo la suerte de estar en Hernani y en este municipio se recicla absolutamente todo. Cumplimos la ley a rajatabla y si sobra algo se recicla", asegura.
En su opinión lo fundamental es tener una buena relación con el cliente. "Vienen los comensales, sabemos lo que les gusta, lo que no y sabemos cuando les servimos si les ponemos poco o mucho", matiza. Además, a la hora de preparar los alimentos, los elaboran en función de los comensales que haya en cada turno. "Si vienen 50, preparamos para 50, no para 60. Nos sobra poco pero si nos sobra, los trabajadores nos lo podemos llevar a casa", señala.
En el sector primario coinciden en que son muchas las rutinas que tienen para evitar despilfarros. Así nos lo decía José Pablo Larrea, responsable de comunicación de Baserria km 0 que como el resto insiste en que es en casa donde realmente desperdiciamos comida. "En la cadena de producción de alimentos, despilfarrar nos sale caro. De todas formas cualquier medida que contribuya a esto bienvenida sea". "En producción no se desperdicia nada de nada. Grasa, sebo...lleva segunda vida donde se usa para jabones, proteína para piensos", afirma.
En el otro lado, los beneficiados por la ley que son las entidades sin ánimo de lucro como los bancos de alimentos. Desde el banco de Bizkaia, su presidente Luis Crovetto reconoce que le suena "bien" pero dice que lleva ya trabajando en esta línea 25 años. "Tenemos siete furgonetas recogiendo productos de último minuto. Son productos que tienen fecha de caducidad cercana. Recogimos 750 mil toneladas de este tipo de productos el año pasado", afirma.
"Nuestro modus operandi va a ser igual", reconoce y añade que de hecho, los bancos de alimentos nacen para evitar el despilfarro. "Tenemos medios y voluntarios para asumir cualquier reto en este sentido". Afirma además que ve a las cadenas de alimentación muy concienciadas. "Pienso que la ley tendrá éxito", concluye.