Los problemas físicos de Yuri Berchiche, que sin embargo estaba dentro de la convocatoria para el encuentro frente al Barcelona, y la baja por lesión de Iñigo Lekue motivaron a Ernesto Valverde a alinear por primera vez como titular esta temporada a Mikel Balenziaga (29-II-1988, Zumarraga), cuyo futuro en el club está comprometido hasta el próximo 30 de junio.
El lateral izquierdo solamente había comparecido hasta la fecha en dos encuentros: en la jornada 13 de LaLiga frente al Girona (derrota por 2-1, quedando señalado el defensor), cuando entró en el descanso como reemplazo de Berchiche, quien días antes había comunicado su desazón lastrado por las lesiones, y en la tercera ronda de la Copa frente al Eldense, cuando disputó 13 minutos. Ese era todo su bagaje competitivo antes de ser alistado en el once inicial en la visita del líder de la competición doméstica.
Solo habían transcurrido dos minutos cuando el Barça perforó por primera vez la zaga bilbaina con una imprecisa finalización de Ferran Torres. Lo hizo precisamente por la banda de Balenziaga, quien parecía que dispondría de una atareada noche marcando a uno de los jugadores más en forma del conjunto catalán, el brasileño Raphinha. Sin embargo, pese a que el equipo de Xavi Hernández focalizó sus ataques en ese costado, apenas sufrió el defensor zumarragarra. El encuentro, de algún modo, se tornó apacible. El trabajo colectivo de presión de los leones impidió que el Barça moviera la pelota con comodidad más allá de la zona de los tres cuartos del campo.
De ello se beneficiaba Balenziaga, quien encontraba la solidaridad de Nico Williams, acostado en su mismo flanco, para detener a Raphinha y también las incorporaciones de Sergi Roberto. El lateral guipuzcoano apostó por defender de cerca y con contacto al brasileño, que apenas recibió balones ventajosos y tuvo que alejarse del área y caer a zonas interiores para volverse más participativo y de paso abrir el carril y los espacios a Sergi Roberto. El desgaste en la presión resultaba productivo para el Athletic.
Pero la desazón para Balenziaga y los suyos llegó en el minuto 46, al filo del descanso, cuando el VAR determinó que el lateral del Athletic habilitaba la posición de Raphinha en la acción del 0-1. El lateral se quedó anclado, sin elevar la línea defensiva, y permitió la validez del gol. Tampoco llegó a tapar el disparo del brasileño. Salía en la foto.
En la segunda mitad Balenziaga estuvo en varias salsas, en un golpe con Robert Lewandowski, en varios contactos con Raphinha, todas ellas acciones defensivas, porque el 24 del conjunto bilbaino apenas se incorporó al ataque, no dio profundidad al equipo. Sin soluciones ofensivas, sin salida, más centrado en evitar contragolpes. Por esa necesidad de buscar alternativas, Valverde modificó el plan.
El entrenador de Viandar de la Vera puso fin al concurso de Balenziaga. En su lugar dio entrada a Berchiche, quien saltó al césped en el 70 para alterar el costado izquierdo, para agitar el encuentro. Con un Barça sufriendo para tratar de proteger el resultado, el Athletic se volcó al ataque, a por el gol. Y si se debe atribuir al entrenador el hecho de que un recién incorporado adultere el orden en el buen sentido, Valverde acertó, porque Yuri tuvo en sus botas el tanto que pudo haber dado el empate a los leones.
Fueron tres oportunidades en una, la segunda de ellas para el lateral de Zarautz, que disparó de volea con todo a su favor, pero Marc André Ter Stegen realizó una brillante atajada. La incorporación de Yuri se notó. Si bien es cierto que el Athletic estaba ya volcado en la búsqueda del gol, apareció en una situación muy peligrosa con oportunismo y haciendo valer la virtud de su potencial ofensivo. En cuanto a Balenziaga, su papel en la jugada del gol del Barça le dejó marcado de nuevo, como sucedió en su día frente al Girona. “Ha faltado el acierto. Hemos tenido ocasiones más claras que ellos. Se nos ha ido el partido por una jugada que me parece injusta. Es frustrante”, resumió Mikel.
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