Imanol Baz difícilmente olvidará la fecha del 13 de noviembre de 2022. Tras picar mucha piedra en las categorías inferiores del fútbol estatal, el prometedor central gasteiztarra de 21 años y 1,84 metros fue la gran novedad del once inicial de Luis García Plaza para medirse en el estreno copero al Club Lleida Esportiu. Además, compartió el eje en el centro de la zaga junto a todo un veterano como Víctor Laguardia, que también estrenó titularidad tras el anuncio de su renovación hasta 2024.
Tras militar en el San Ignacio en calidad de cedido, Imanol Baz se convirtió en uno de los grandes artífices del filial albiazul a 2ª RFEF durante la pasada temporada brindando una notable estabilidad a la retaguardia del Miniglorias, que se mostró muy superior a todos sus rivales. En concreto, acumuló más de 3.000 de juego y eso le sirvió para ver renovado su contrato hasta 2024.
Este ejercicio alterna su participación a las órdenes de José Manuel Aira junto a los entrenamientos con el primer equipo bajo la atenta mirada de Luis García, que por fin confió en él para vivir su bautismo en la élite en una jornada que podía ser propicia para sus intereses debido a la debilidad del anfitrión.
Lo cierto es que el gasteiztarra disfrutó de un partido bastante plácido ya que el Lleida –salvo el arreón final cuando buscó el empate a la desesperada y forzó varios saques de esquina– apenas creó peligro en ataque y exigió en contadas ocasiones a los defensores albiazules.
Sí tuvo algo más de trabajo Baz a la hora de sacar el balón jugado desde atrás, pero no se complicó nunca la vida y siempre buscó acciones sencillas que no comprometieran la integridad de un Alavés fallón de cara a la portería contraria hasta el gol salvador de Hara.
Ni siquiera tuvo que ganar duelos aéreos porque el Lleida no bombeó balones en sus contadas aproximaciones durante la primera hora de juego. Baz duró 65 minutos en el campo hasta ser relevado por Sedlar. Luis García ya había anunciado en la previa que el balcánico dispondría de protagonismo en el Camp d’Esports para ganar ritmo tras su lesión muscular y así sucedió finalmente siendo el vitoriano el futbolista sacrificado.
"Ha sido un día que nunca olvidaré, es un sueño para mí y ahora me toca seguir trabajando y a por más oportunidades como esta. Me he visto con mucha seguridad, creo que los compañeros me han hecho más fácil el trabajo. Tenía a Laguardia a mi lado dando indicaciones", reconoció Baz tras el partido.
El encuentro, por lo demás, también sirvió para ver a otros jugadores que no están disfrutando de minutos en la competición doméstica. Owono relevó a Sivera en la portería albiazul y estuvo muy seguro durante toda la jornada. Además de Abde, otros dos canteranos como Balboa y Abdallahi también dispusieron de la oportunidad para reivindicarse.
Con 0-0 en el marcador, el primero dio paso al oficio de Salva Sevilla en el descanso en lo que fue un cambio providencial teniendo en cuenta que el almeriense sirvió en bandeja desde un saque de esquina el balón que permitió a Hara anotar el único gol de la tarde.
El mauritano, por su parte, fue el recurso en la recta final del encuentro incrustándose en la media punta, justo por detrás del nipón. En definitiva, un partido para alimentar la autoestima albiazul y que, dejó, sobre todo, el buen sabor de boca por el billete hacia la siguiente ronda copera.