Emilia Pérez es sin duda una de las películas del momento. Lo atestiguan las trece nominaciones a los Oscar que ha obtenido, lo que la ha convertido en la cinta con más candidaturas (y la película extranjera con más nominaciones de la historia), entre ellas la de Mejor interpretación femenina para Karla Sofía Gascón, primera mujer trans en alcanzar esta nominación.
Polémica tras polémica
Pero la película francesa, desde que se estrenó en el Festival de Cannes con el Premio del Jurado y el de Mejor actriz (colectivo), y que viene de conseguir cuatro Globos de Oro, está generando también importantes polémicas. En Latinoamérica critican que está llena de estereotipos y superficialidades sobre el narcotráfico y las desapariciones forzosas de mujeres, y detectan en ella racismo y transfobia. Además, en México, país donde se sitúa la acción, se quejan de la casi nula presencia de actores o actrices locales y de que no se haya rodado ni un sólo plano en el país.
Más allá de todo eso, en las últimas horas su director, Jacques Audiard, ha sido el blanco de las críticas no sólo de Latinoamérica, sino también de España, por unas declaraciones suyas que se han hecho virales. Bien es cierto que esas palabras las pronunció en una entrevista realizada en su país, Francia, en el mes de agosto, pero han sido conocidas ahora por el gran público y se ha liado bastante.
Desprecio al idioma español
Porque en el transcurso de esa entrevista, Audiard, de 72 años, nominado a título personal en los Oscar por Mejor dirección y Mejor guion adaptado (además de a Mejor película y Mejor película internacional), habló sobre el idioma español con unas palabras que a casi todo el mundo le han sonado a un desprecio absoluto.
“El español es un idioma de un país emergente, es un idioma de país modesto, de pobres, de migrantes…, de eso”, dijo Audiard al medio francés Konbini en unas declaraciones que se han compartido por diversas redes sociales. Y claro, teniendo en cuenta que la película está rodada en español y que él no habla ni una palabra del idioma en el que se desarrolla, las críticas no se han hecho esperar.
Quizá su intención no era ofender a esta lengua y falla el contexto, pero la gente en general no lo ha interpretado así y lo acusan de estar cosechando premios en base a una cultura y un idioma que considera inferiores, tomándolo como una apropiación cultural. Incluso aprovechan para recordar el pasado colonialista de Francia.