Lleva muchos años dedicada a la música, desde que en 2002 fuera la primera expulsada en la segunda edición de Operación Triunfo (la que ganó Ainhoa y de la que salieron Manuel Carrasco, Beth o Vega), todavía con el nombre de Mai (María Isabel) Meneses. Empezó su carrera como Nena Daconte y ha conseguido numerosos éxitos (como Idiota, En qué estrella estará, Tenía tanto que darte o No te invité a dormir, además del Premio Ondas a Artista Revelación en 2006.
Siempre con apariencia dulce, frágil y poco dada a las excentricidades, la madrileña, de 44 años, se ha sincerado en la revista Semana, en una entrevista en la que ha reconocido que no supo gestionar el éxito, lo que le llevó a abandonar temporalmente la música. "El éxito me estaba sentando fatal y había que arreglarlo. Vivía en el síndrome de la impostora, pensaba que no merecía nada de lo bueno que me estaba pasando. Empecé con mis paranoias. Eso me distorsionó la realidad y ahí fue cuando dije que ya no podía más", admite.
Esos problemas acabaron desembocando en una adicción al alcohol. "El alcohol me ayudaba a evadirme. Era una forma de ser feliz momentáneamente", afirma. La cantante decidió parar su carrera musical entre 2013 y 2019, rompiendo con todo, incluso marchándose a vivir a Dallas con su familia, y tirando de terapia y meditación pudo volver a la música después de seis años con su quinto álbum, Suerte.
Mai Meneses ya había relatado anteriormente el mal momento que pasó con la ruptura en 2010 con Kim Fanlo, que fue a la vez su pareja y el bajista de Nena Daconte (entonces funcionaban como dúo) y que acabó saliendo de su vida tanto en el proyecto musical como en el personal. En su momento ya aseguró que sufrió mucho por la relación tóxica que tuvo con él, que no le trataba bien. Acabaron pleitando por el nombre del grupo, aunque finalmente se lo quedó ella.