El dulce despertar del ciclismo vasco

Tres continentes: Europa, América y Oceanía. Tres competiciones: Clàssica Comunitat Valenciana 1969 , Vuelta a San Juan y Tour Down Under. Tres nombres: Gotzon Martín (Euskaltel-Euskadi), Jon Aberasturi (Trek) y Pello Bilbao (Bahrain). Un vínculo, Euskadi. El ciclismo vasco festeja el nuevo curso con una estupenda puesta en escena en todos los escenarios en los que ha competido. En un especialidad globalizada y transfronteriza, Martín, Aberasturi y Pello Bilbao, hijos en una u otra época del Euskaltel-Euskadi, han protagonizado un gran arranque.

El más significativo es el de Pello Bilbao, vencedor de etapa y podio en el Tour Down Under en su primera incursión en la carrera australiana. De los tres, es el ciclista con más peso y jerarquía. En una prueba del WorldTour, Pello Bilbao ha dado continuidad a su excelente campaña de 2022, en la que fue el mejor ciclista vasco del curso. Se colgó tres victorias de etapa (Itzulia, Tour de los Alpes y Tour de Alemania) además de firmar la quinta plaza en el Giro o en la Strade Bianche. El vizcaino fue uno de los más brillantes del ranking UCI. Su desempeño en el Tour Down Under, una prueba que había señalado, certifican su autoridad.

En la Vuelta a San Juan, en Argentina, el protagonismo lo asume Jon Aberasturi. El velocista gasteiztarra fue tercero en la segunda jornada de la carrera. Superó a Sam Bennett, un reputado esprinter, así como a Nizzolo y Viviani, entre otros. No es una cuestión menor. Su esprint fue estupendo. A Aberasturi, enrolado en el Trek, solo le pudieron derrotar Fabio Jakobsen, el hombre rápido de la wolf pack (manada de lobos) de Lefevere, y el reanimado Fernando Gaviria, que pretende recuperar su mejor pose en el Movistar tras una salida triste del UAE, donde no rindió acorde a su potencial. El colombiano, por talento uno de los mejores velocistas, pleiteó con Jakobsen hasta el final. Fue segundo. A ambos les separó media rueda.

Cerca de ambos estuvo Jon Aberasturi, una rara avis del ciclismo vasco. Cualquier esprinter lo es en una tierra con considerable relieve en su orografía. Los velocistas son la excepción. Aberasturi, trashumante, compitió en México y Japón para dar continuidad a su velocidad, para no detenerse, y regresar a la elite con paciencia. Se enroló en el Murias y, tras encontrar un hueco en el Caja Rural, el pasado curso se adentró en el WorldTour por la puerta del Trek. Con el maillot del fabricante de bicicletas norteamericano discutió el triunfo a Gaviria y Jakobsen.

“Importante para nosotros”

También al esprint, pero lejos de ese perfil, Gotzon Martín encontró la séptima plaza en la Clàssica Comunitat Valenciana 1969 en la toma de contacto del Euskaltel-Euskadi en la competición, donde dejó una notable impresión. Después de adquirir protagonismo a través de una fuga en la que Iker Ballarin representó a la escuadra naranja, la carrera finalizó, inexorablemente, al esprint. En ese objetivo se centraron desde el Lotto para impulsar con la ballesta del esfuerzo y la determinación a Arnaud de Lie, un velocista barbilampiño, apenas 20 años, que posee una extraordinaria punta de velocidad.

Para él fue la gloria. Gotzon Martín obtuvo el séptimo lugar. El sexto puesto lo logró su compañero de equipo, Antonio Soto. En La Nucía, final de la clásica, cuatro dorsales del Euskaltel-Euskadi concluyeron la cita dentro de los primeros 20 puestos. Los muchachos dirigidos por Pello Olaberria en la cita valenciana se acreditaron como el mejor equipo de la carrera. Mosqueteros. Uno para todos y todos para uno. “Al esprint, Soto ha sido sexto y Gotzon séptimo, con Iribar y Canal también en cabeza. Hemos conseguido la victoria por equipos que es importante para nosotros por el nivel que había. La verdad es que da gusto empezar la temporada con este sabor de boca”. El dulce amanecer del ciclismo vasco.