El Ejército de Irán ha puesto en marcha este sábado maniobras militares en el sur y sureste del país, en medio de las amenazas de Estados Unidos e Israel de bombardear las instalaciones nucleares iraníes.
En estos ejercicios combinados denominados 'Zolfaghar 1403' participan las unidades de infantería, blindados, los sistemas de defensa aérea, las fuerzas navales y las embarcaciones de superficie y submarinas, según ha informardo la agencia Mehr.
Las maniobras, que se realizan bajo el lema "Seguridad estable bajo la sombra de la autosuficiencia, la unidad y el poder", en las costas de la ciudad suroriental de Makran, en el mar de Omán y el norte del océano Indico, tienen el fin de poner a prueba una serie de capacidades militares.
En el primer día de los ejercicios, cuya duración no se ha anunciado, el Ejército iraní ha probado diversos tipos de torpedos de fabricación nacional, disparados por diferentes submarinos y helicópteros, golpeando los blancos fijados.
Desde comienzos del año, las Fuerzas armadas de Irán y la Guardia Revolucionaria han estado realizando maniobras en diversos puntos del país para mejorar las capacidades de combate, ante las amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de bombardear las instalaciones nucleares de Irán, si no se logra un acuerdo sobre su programa atómico, algo también planteado por Israel.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió el domingo pasado "terminar el trabajo" contra Irán con el apoyo de Trump.
Tras su regreso a la Casa Blanca, el republicano ha reimpuesto la llamada política de "máxima presión" contra Teherán y aprobado nuevas sanciones para cortar la venta de petróleo iraní, y al mismo tiempo ha llamado a negociaciones al país persa.
El líder supremo iraní, Ali Jameneí, ha rechazado la posibilidad de negociar al considerar que hablar con Washington "no es sabio, no es inteligente y no es honorable".
La máxima autoridad religiosa recordó que Trump abandonó en 2018 el pacto nuclear de 2015, firmado entre Irán y las seis potencias mundiales, que limitaba el programa nuclear iraní a cambio del levantamiento de las sanciones.
Tras la salida estadounidense del acuerdo nuclear, Irán enriquece uranio muy por encima de lo permitido y ya posee 182,3 kilos enriquecidos al 60 % de pureza, cercano al uso militar del 90 %, según el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).