El Ejército israelí afirmó ayer que está intensificando los planes y las maniobras para llevar a cabo una ofensiva terrestre en la Franja de Gaza, con objetivo de eliminar al grupo islamista palestino Hamás, autor de los ataques terroristas contra Israel del pasado día 7, en los que murieron 1.400 personas y más de 200, entre ellas varias de diversas nacionalidades, fueron secuestradas.
“En los últimos días se han aprobado planes para ampliar las actividades operativas” y unidades de las Fuerzas de Defensa de Israel, “tanto en servicio regular como de reserva, están desplegadas sobre el terreno y realizan ejercicios de entrenamiento, según los planes operativos aprobados”, según un comunicado del Ejército israelí.
Sobre el terreno ya están dispuestas unidades blindadas y fuerzas de infantería con el apoyo de medios mecanizados, mientras que la Fuerza Aérea prosigue los bombardeos contra objetivos de Hamás en Gaza, en particular en la mitad norte de la Franja.
Mientras, el grupo chií libanés Hizbulá advirtió ayer de que si es necesario “intervenir” en la actual guerra entre Israel y el grupo islamista Hamás “lo hará” desde el Líbano, y aseguró que si se produce una intervención terrestre israelí en la Franja de Gaza, el enclave palestino será un “cementerio para el enemigo”. “A medida que se desarrollen los acontecimientos y surja algo que exija nuestra intervención, lo haremos”, dijo el vicesecretario general de Hizbulá, Naeem Qassem, en un discurso durante el funeral de uno de los miembros de su organización muerto en los últimos días de violencia en el sur del Líbano.
Qassem remarcó la predisposición de su grupo en entrar en el conflicto: “Lo que estamos haciendo ahora en el sur (del Líbano) es una etapa compatible con la confrontación y si el asunto requiere más que eso, lo haremos, mientras el enemigo esté confundido sobre qué hacer”, apuntó el vicesecretario general de Hizbulá.
En su intervención afirmó que “cuando los israelíes intervengan más, las cosas pueden abrirse más, ya que no sabemos lo que ocurrirá en el futuro” y apuntó que “la invasión terrestre israelí en Gaza será un cementerio para el enemigo”.
“Estados Unidos debe saber que cargará con las consecuencias de todo lo que ocurra y la Tormenta de Al Aqsa ha dejado en evidencia a Occidente”, agregó.
Hasta ahora, más de un millón de personas ya han salido del norte de Gaza en dirección al sur, según les instó el Ejército israelí, que, al menos de cara a la opinión pública, está enviando el mensaje de que intenta minimizar el riesgo de que se produzcan bajas entre la población civil, según la ONU. El número de muertos por los ataques israelíes sigue en aumento, según las cifras facilitadas por el ministerio de Sanidad palestino.
Más de 4.400 fallecidos
Desde el 7 de octubre, al menos 4.469 personas han muerto en la Franja de Gaza, controlada por Hamás, por los bombardeos israelíes, en represalia por el ataque de este grupo islamista palestino iniciado el 7 de octubre, que dejó 1.400 muertos en Israel.
El Ministerio de Sanidad palestino precisó que más del 70% de los fallecidos en Gaza son menores de edad, mujeres y ancianos, y que hay, además, 14.000 heridos por los ataques aéreos. Desde el 7 de octubre, la tensión en Cisjordania ocupada se ha intensificado también, y al menos 84 palestinos han perdido la vida y más de 1.400 han resultado heridos en choques con la fuerzas israelíes y colonos en la zona.
Israel y Hamás se encuentran enzarzados en una guerra desde esa fecha, que ha causado 1.400 muertos y 4.300 heridos en suelo israelí. Hay, además, 210 rehenes, según las últimas cifras del Ejército de Israel, tomados por las milicias palestinas que han sido llevados a Gaza.