El emotivo homenaje de un asturiano a 'Pedro', su perro fallecido

Quien convive con un perro, especialmente quien lo hace durante muchos años, sabe lo difíciles que son las despedidas, lo dura que se hace la muerte de ese compañero de vida peludo cuya esperanza de vida suele oscilar entre los diez y los quince años, que siempre son pocos. Y el enorme vacío que su marcha genera. Muchas personas deciden homenajear a ese animal que se ha ido de diferentes formas, pero la que ha preparado un vecino de Gijón ha triunfado en las redes y ha provocado lágrimas en paseantes de la ciudad asturiana y en internautas, muchos de los cuales se han sentido identificados con sus emociones.

Pedro, un cocker spaniel de doce años, falleció hace unos días y su dueño quiso recordarlo colocando un cartel clavado en la playa de San Lorenzo, el arenal más representativo y extenso de Gijón, que discurre paralelo a su fachada marítima y que es punto de encuentro de muchos ciudadanos, sobre todo en los días de buen tiempo.

Allí pegó un texto ilustrado con el dibujo de un arcoíris y con una foto de Pedro por encima. “Hace unos días mi fiel compañero ha cruzado el arcoíris. Han sido doce años de amor y complicidad… Pedro me ha salvado en todas las formas en que se puede salvar a una persona en la vida… Nuestros paseos por la playa que tanto le gustaban y disfrutábamos”, comienza el texto, que por desgracia está escrito en pasado.

Junto al cartel emplazó una gran caja con decenas de pelotas de tenis, uno de los juguetes preferidos de los perros, y más en una playa. “Hoy, desde el dolor más intenso, quiero rendirle este homenaje. Por favor, toma una pelota y juega con tu mejor amigo, será el mejor recuerdo que vas a tener de tu compañero”, proseguía el texto.

Y no podía acabar el escrito sin despedirse de su compañero de vida. “Pedro: allá donde estés siempre te amaré, espérame por favor, que yo iré. Nunca te olvidaré”.

Mientras numerosos paseantes iban cogiendo las pelotas de la caja para jugar y correr con sus perros por la playa, el dueño de Pedro se quedaba discretamente sentado en una toalla a unos metros del cartel viéndolos con lágrimas en los ojos, según han reflejado medios asturianos. “Era un perro policía y trabajábamos juntos. Fue mi compañero para todo. Nunca nos separamos”, pudo decir emocionado a La Nueva España.