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Vida y estilo

El emotivo homenaje sorpresa de los vecinos de un barrio al conductor de autobús que se jubila

El chófer llevaba diez años cubriendo la misma línea y apuntándose el número de los vecinos para esperarlos
El conductor, abrazaba a una vecina frente a su autobús.
El conductor, abrazaba a una vecina frente a su autobús. / X (@JoniD14700776)

No es raro ver homenajes a sanitarios, profesores o policías que se jubilan después de haber dedicado su vida laboral al cuidado o a la educación de los demás. Pero no es tan habitual ver ese reconocimiento al conductor de un autobús de barrio. Por eso han gustado tanto las emotivas imágenes que se vivieron este domingo en un barrio de la ciudad de Barcelona.

El protagonista inesperado era Quico Álvarez, conductor del bus TMB del barrio, concretamente de la línea 118, que recorre a lo largo de 9 kilómetros la parte alta de la capital catalana, los barrios de Vallvidrera-Tibidabo-Les Planes.

El domingo se jubilaba tras pasar sus últimos diez años conduciendo el pequeño autobús de esta línea y no se esperaba lo que iba a suceder en su último día laboral. Los vecinos y vecinas de la zona de Mas Sauró (Vallvidrera) quisieron dar una sorpresa y agradecerle su dedicación, y el vídeo lo ha compartido un usuario de X (antes Twitter), que vivió a su lado esos emocionantes momentos y los grabó primero desde dentro del autobús y después en la calle.

Cuando el vehículo llega a esa parada el conductor se encuentra con medio centenar de vecinos que habían acudido a despedirlo y que coreaban su nombre mientras aplaudían. "¿Qué es todo esto? ¡Qué cabrones!”, decía en catalán Quico entre lágrimas, y se disponía a bajar del autobús para recibir el abrazo de numerosos vecinos, con quienes también se sacó fotos.

Ese cariño hacia él está justificado. El propio usuario de X que ha subido el vídeo asegura que “se lo ha ganado con humanidad y demostrando que se puede trabajar de otra forma. Dejando a las personas mayores en la puerta de casa en vez de hacerlo en la parada, dando el teléfono a las vecinas para que le avisáramos si llegábamos 2 minutos tarde al último bus de la noche para esperarnos. ¡Amor!”, escribe, afirmando que “así se teje la complicidad comunitaria”.

Según explicó el chófer en una entrevista en la televisión Betevé, llegó a almacenar los números de teléfono de 80 vecinos que usaban la línea 118, a los que identificaba en la agenda del móvil, cuando no sabía sus nombres ni se atrevía a preguntárselos por vergüenza, por algún rasgo físico. Estos en numerosas ocasiones le llamaban para que los esperara algunos minutos, especialmente si iban a perder el último bus del día, el de las 20.25 horas. Y él, saltándose los estrictos horarios que marca la empresa, lo hacía, ganándose el cariño de los usuarios del autobús de barrio.

2024-02-21T17:24:05+01:00
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