El equipo del líder opositor ruso, Alexéi Navalni, que cumple ocho años de cárcel, expresó hoy el temor de que el político esté siendo envenenado, ya que ha perdido ocho kilos de peso.
"No excluimos que justo ahora estén envenenando lentamente a Navalni. Lo matan poco a poco para que no llame tanto la atención", dijo Kira Yarsmish, una de sus más estrechas colaboradoras y portavoz del opositor, en un vídeo colgado en Twitter.
Recordó que la dirección de la prisión de la región de Vladímir en la que se encuentra Navalni tuvo que llamar el sábado a la ambulancia debido al agravamiento de una "misteriosa afección estomacal".
"Durante los últimos quince días en prisión preventiva, Navalni ha perdido ocho kilos. No le ofrecen ninguna asistencia médica", resaltó.
La activista denunció que los fármacos que le envía su madre nunca llegan a su destino y destaca que un dolor similar lo sufrió en enero pasado después de que los médicos de la prisión le recetaran antibióticos, tras lo que perdió casi siete kilos.
Pese a su precario estado de salud, Navalni se encuentra en una celda especial de castigo en la prisión número 6 de Vladímir, a unos 200 kilómetros de Moscú.
En la misma línea, el abogado del opositor, Vadim Kobzev, aseguró que después de que su cliente fuera envenenado hace tres años con Novichok hay que tomarse muy en serio cualquier deterioro de su salud.
"Exigiremos que se le realicen exámenes toxicológicos y radiológicos", dijo en Telegram.
Anteriormente, Kovzen ya acusó a las autoridades penitenciarias rusas de tener "una clara estrategia de destruir la salud de Navalni por todas las fuerzas y medios a su alcance".
A mediados de enero Navalni fue examinado por un doctor después de que cientos de médicos denunciaran su precario estado de salud en una carta abierta al presidente, Vladímir Putin.
Sus correligionarios relacionan el envío de Navalni a la celda de castigo, primero, con la nominación a los premios Oscar de un documental sobre su vida, que después obtendría el galardón, que fue recogido por su esposa, Yulia, quien demandó su liberación.
El opositor, que tiene 46 años y recibió el pasado año el premio Sájarov del Parlamento Europeo, considera que el objetivo de los servicios penitenciarios es que el preso enferme para no tenga más remedio que colaborar.
La Justicia rusa rechazó en noviembre un recurso de los abogados de Navalni y confirmó la condena de prisión que le fue impuesta por estafa y desacato.