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El escritor británico de origen indio Salman Rushdie ha testificado este martes en el juicio contra el joven que le atacó a puñaladas durante una presentación en el estado estadounidense de Nueva York en agosto de 2022.
"Se me pasó por la cabeza que me estaba muriendo. Ese era mi principal pensamiento", ha asegurado, agregando que sintió "gran dolor" y "shock" tras percatarse de que estaba perdiendo mucha sangre, según ha recogido la cadena NBC News.
"En algún momento, levanté mi mano derecha y él cortó los tendones de las manos y la mayoría de mis nervios", relató Rushdie -ataviado con un traje oscuro, corbata gris y el parche en su ojo derecho que porta desde entonces- ante las preguntas del fiscal de distrito Jason Smichdt.
Separado de él apenas diez metros, permanecía sentado y cabizbajo Matar, el joven natural de Fairview (Nueva Jersey) que hace tres veranos le asestó doce puñaladas en 27 segundos.
"Me llamaron mucho la atención sus ojos. Eran oscuros y me parecieron muy feroces", dijo el autor, mientras su esposa, Rachel Eliza Griffiths, se retorcía en la segunda fila del tribunal y derramaba incluso alguna lágrima.
Entonces, la defensa de Matar objetó el adjetivo utilizado por Rushdie: "Vale, no eran feroces", se retractó con su habitual sorna.
El escritor consiguió salvar su vida gracias a la ayuda del público asistente a aquel evento y de su contertulio Henry Reese, cofundador de una organización que ayuda a dar refugio a autores perseguidos.
Matar se declaró no culpable de intento de asesinato y agresión tras ser imputado por la Fiscalía del condado neoyorquino de Chautauqua. Rushdie pasó 17 días hospitalizado en estado grave.
El escritor, de 77 años, se quedó ciego del ojo derecho tras recibir hasta doce puñaladas de arma blanca en rostro, cuello, hígado, tórax y abdomen. Rushdie estaba en el escenario cuando se le acercó un joven vestido de negro con un cuchillo.
Sobre Matar recae la sospecha de que simpatizaba en redes sociales con la Guardia Revolucionaria de Irán, país que declaró en 1989 una 'fatua' para matar al escritor por su libro 'Los Versos Satánicos', publicado un año antes y considerado en la república islámica un acto de herejía.
El Gobierno de Irán acabó distanciándose de la 'fatua' del entonces líder supremo iraní, el ayatolá Jomeini, pero en 2012 una fundación religiosa iraní semioficial elevó la recompensa por Rushdie de 2,8 millones de dólares a 3,3 millones de dólares.