El escultor vitoriano Juan Luis Moraza vuelve al Guggenheim

El escultor vitoriano Juan Luis Moraza reflexiona sobe el papel de la mujer en la sociedad a través de la utilización de tacones de diferentes alturas y formas en una conversación con la comisaria Geaninne Gutiérrez-Guimarães, del Guggenheim Bilbao, donde expone su obra Éxtasis, Status, Estatua (1994).

La conversación, grabada en vídeo y disponible en la web del museo de la capital vizcaína y en su canal oficial de YouTube, forma parte del programa Guggenheim Bilbao Insights, por el cual los distintos comisarios que tiene el espacio de arte contemporáneo dialogan con artistas que están representados en su colección propia como Jeff Koons, Ernesto Neto y Alyson Shotz.

En su conversación grabada, Moraza y Gutiérrez-Guimarães, como explican desde el museo en una nota de prensa, se centran en la instalación Éxtasis, Status, Estatua, que el artista realizó en 1994, compuesta por multitud de moldes de resina de tacones de zapatos de hombre y de mujer.

El artista gasteiztarra revela, a través del título, “un intento por comprender la lógica de la función de los monumentos y el lugar que ocupa la obra de arte respecto a la cultura y la sociedad”, según describe él mismo. “En ese contexto descubrí que la propia palabra estatua condensaba un montón de tramas y significados porque su propia etimología tiene que ver con un verbo griego vinculado con el éxtasis, pero además con una familia de palabras que compendia las funciones monumentales: éxtasis, status, estatura, estación o estatismo”.

A lo largo de la charla, Juan Luis Moraza reflexiona sobre el papel de la mujer en el contexto social a través de la utilización de tacones de diferentes alturas y formas, elementos que modifican fundamentalmente el cuerpo femenino.

Con esta nueva charla, Moraza se une a un programa en el que ya han tomado parte Alyson Shotz, Jose Manuel Ballester, Ernesto Neto, Itziar Okariz, Esther Ferrer, Pello Irazu, Doris Salcedo, Jeff Koons, Aitor Ortiz, Elssie Ansareo y el también alavés Prudencio Irazabal. Todas estas conversaciones están disponibles online para que el público pueda acercarse, de otra manera, tanto a las obras como a sus creadores e intereses y formas de hacer.

La relación de Moraza con el museo de la capital vizcaína viene de lejos, un camino que se ha cruzado en distintas ocasiones. Ahora suma esta ventana, en la que también es importante el papel de las personas que, desde el comisariado, completan las charlas. – DNA